La UE certifica el final de la crisis



Jornada de aperitivo con unos grandes amigos, hablando de lo divino y de lo humano, tras la lluvia anoche en el Mediterráneo. Esta tarde, siestita y paseo bajo el sol.
Ayer miércoles la Comisión Europea emitió un comunicado en el que señalaba que la crisis económica había tocado a su fin en esta parte del mundo. El 9 de agosto de 2007 BNP Paribas fue la primera entidad europea que sufrió las hipotecas subprime de EE UU. Aquello se convirtió en una crisis bancaria y, a través de la deuda, en una crisis de la economía real, explicaron en Bruselas.
“En la adversidad, las instituciones de la UE y los Estados miembros tomaron fuertes decisiones políticas para contener la crisis, preservar la integridad del euro y evitar posibles resultados peores", decía el texto del Ejecutivo comunitario. La Comisión Europea destacó el trabajo para regular el sector financiero, mejorar la gobernanza económica, establecer nuevos marcos institucionales y legales, poner en marcha un "cortafuegos" financiero para la zona euro, apoyar a los países con problemas financieros, mejorar las finanzas públicas de las capitales, adoptar reformas estructurales y impulsar la inversión, combatir el desempleo juvenil y mejorar la supervisión bancaria, entre otras cuestiones.
Con cierto grado de euforia, la Comisión explicaba que la economía europea está creciendo por quinto año consecutivo, el desempleo está en el nivel más bajo desde 2015, los bancos son más sólidos, está aumentando la inversión y que las finanzas públicas han mejorado. “Los recientes acontecimientos económicos son alentadores pero todavía queda mucho por hacer para superar el legado de los años de crisis. La Comisión Europea está completamente movilizada para cumplir su agenda para el empleo, el crecimiento y la justicia social”.

El vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Euro y el Diálogo Social, el exprimer ministro de Letonia Valdis Dombrovskis, ha apostado por seguir trabajando sobre la base del “progreso” conseguido. En concreto, considera que se debe completar la unión bancaria, reformar las economías para incrementar la convergencia, la inclusión y la resiliencia, y mantener la solidez de las cuentas públicas. En la misma línea, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el socialista francés Pierre Moscovici, ha defendido la necesidad de “hacer uso de este impulso positivo para “completar la reforma de la unión económica y monetaria”. Sí, la tasa de paro se ha reducido progresivamente desde los máximos alcanzados en 2013, del 10,9 % en la UE y el 12 % en la eurozona, hasta el 7,7 % y el 9,1 %. Son las menores cifras desde 2008 y 2009, respectivamente, pero aún están por encima del nivel previo a la crisis y, entre los jóvenes, los niveles aumentan hasta el 16,7 % y 18,7 %, respectivamente. Diez años después de iniciada la crisis, 18,7 millones de europeos siguen sin trabajo, con enormes diferencias entre países; España a la cabeza del paro (17,1 %) sólo superada por Grecia.
Como sabes, ya no estamos en crisis, y no porque hayamos regresado a los mismos niveles de PIB (un indicador creado en 1934 por Simon Kuznets (1901-1985) y que su propio creador criticó como medida de progreso), sino porque lo que estamos viviendo es un “cambio de era” (a lo largo de esta década hemos repetido hasta la saciedad la frase de Leonardo da Vinci: “No estamos ante una época de cambio, sino ante un cambio de época”). La “guerra por el talento” ha sido en realidad un conflicto entre el talento y el capital, que ha ganado el primero. Básicamente, porque el capital se ha depreciado (hoy es básicamente un apunte informático, de forma que el “dinero” es más de 10 veces el PIB del mundo) y porque, gracias a la tecnología (trampolín de talento), la globalización (difusión del talento), la demografía (escasez de talento) y la individualización (personalización del talento), el talento es crecientemente valioso.
El mundo se está bifurcando entre quienes son conscientes de la inversión de su talento (educación) y quienes esperan añorantes tiempos del pasado (renta básica universal). En nuestro país (datos de junio) el desempleo es del 17’1% (algo menos de 4 M de personas), con un desempleo masculino del 15’5% y femenino del 19%, juvenil (menos de 25 años) del 39’2%. El paro estructural en España es del 18%, seis puntos por encima de 2007, según Asempleo. O, dicho de otra manera, desgraciadamente hay muy poco margen para reducir el desempleo, ya vuelven más personas de las que emigraron por motivos laborales y sufrimos simultáneamente de “escasez de talento” (hasta un 40% a nivel mundial). “La Empleabilidad depende menos de lo que ya sabes, y más de lo que puedes aprender, aplicar y adaptar” (Mara Swan) #Aprendibilidad.    

En otro orden de cosas, he estado leyendo el libro ‘Maestros olvidados. Sabiduría mística de los antiguos filósofos griegos’ de Linda Johnsen, con prólogo de Eckhart Tolle. Es un texto fascinante sobre las raíces indias y egipcias de nuestra cultura.
La cuna de la civilización occidental bebió de fuentes hasta ahora menos conocidas. El texto parte de Homero (800 aC) y Orfeo (750-700 aC), seguidor de los ritos dionisiacos (celebrar la vida), del karma y de la reencarnación, del renacimiento: “Yo soy verdaderamente la vida”; de Tales de Mileto (624-546 aC), el observador de las estrellas; de Pitágoras (570-475 aC), creador de una comunidad espiritual y famoso por un teorema que es muy anterior; de Heráclito el oscuro (535-471 aC): “El autoconocimiento es el derecho de nacimiento de todas las personas”; de Parménides de Elea (525-445 aC), que propuso un viaje interior; de Empédocles (495-435 aC), el sabio más popular: “La felicidad y la paz duraderas llegan a aquellos que han obtenido la riqueza de la comprensión divina”; de Demócrito (460-370 aC), con el nuevo paradigma del átomo; de Platón (427-347 aC) y su idealismo (la caverna, la Atlántida, los arquetipos); de Aristóteles (385-322 aC), “el maestro de los que saben” (Dante)… hasta el fin del periodo helenístico tras la muerte de Alejandro Magno (323 aC). Ya en la era cristiana, de Apolonio de Tiana (1-98), que peregrinó al Himalaya y era famoso como el sol; de Plutarco (45-120), sacerdote en el templo de Delfos y autor de las ‘Vidas’; de Plotino (204-270) y sus tres caminos a la realidad (espíritu trascendente, mente cósmica y alma individual); de Jámblino (240-325), con sus 3 pasos hacia el espíritu; de Hipatia (355-415) y del luminoso Proclo (410-485). En el 391 el emperador Teófilo quemó la Biblioteca de Alejandría y en el 529 Justiniano cerró la Academia de Atenas. Y con ello, llegaron los mil años de la Edad Media.
El capítulo que más me ha interesado es el de Aristóteles de Estagira, mi coach favorito. Huérfano del médico de Amintas II de Macedonia, su tutor Próxeno le apuntó a la Academia de Platón a los 17 años y allí estuvo con el maestro dos décadas. En el 347 aC, Filipo II de Macedonia le convirtió en profesor de su prometedor hijo Alejandro. Volvió a Atenas 8 años después para fundar el Liceo. En el 323 aC hubo de marchar de la ciudad por odio a los macedonios. Plutarco registró que Alejandro Magno tuvo un coach, y un gurú, el yogui indio Kalyana. Entre los griegos que siguieron a Alejandro hasta el Nilo, Pirrón de Elis, que vivió en la India 18 meses, regresó a su patria y propuso que no había que hablar de filosofía, sino “vivirla”.
Fascinante este texto que nos habla de filósofos griegos estudiando en la India, meditación en la antigua Roma, ashrams en Europa hace 25 siglos, gurús de emperadores y un acervo común, como no podía ser de otra manera.
“Grecia era más un estado de ánimo que una ubicación física”. Después de esta crisis, en esta nueva era, esperemos que vuelva a serlo.
La canción de hoy, de la helena Tanita Tikaran ‘Twist in my Sobriety’ www.youtube.com/watch?v=T5emcbg_wZk 

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