Qué hemos aprendido de y desde el 11 S


(Media) jornada de viernes, festivo en Cataluña y de preparación en Madrid de la jornada de mañana de empleabilidad de jóvenes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede de la Real Federación Española.

Hoy es 11 de septiembre, 14 años después. Tod@s recordamos dónde y con quién estábamos cuando un terrible atentado terrorista de Al Qaeda destruyó las Torres Gemelas de Nueva York, con el saldo de 2.996 muertos (incluidos los 19 secuestradores). Osama Bin Laden se declaró autor de la masacre en 2004 y fue asesinado en 2011.
Para muchos, aquel día comenzó el siglo XXI. ¿Qué hemos aprendido del 11-S?
He estado leyendo precisamente ‘What Have We Learned since September 11, 2001? A Network Study of the Boston Marathon Bombings Response’ (¿Qué hemos aprendido desde el 11 de septiembre de 2001? Un estudio en red de la respuesta a las bombas de la maratón de Boston), de Qian Hu, Claire Connolly Knox y Naim Kapucu: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/puar.12284/full La coordinación de las instituciones ha mejorado considerablemente desde entonces, si bien George W. Bush gastó 1’3 B $ en guerras que no han acabado con el problema.
Desde el 11-S, como comentaba en ‘Del Capitalismo al Talentismo’, el mundo ha virado hacia China. En 2001, los Estados Unidos debían a la República Popular unos 78.000 M $; diez años más tarde, nada menos que 1’1 B $. La deuda se ha multiplicado por más de 14.

En este “día de la infamia”, mi recuerdo y reconocimiento para mi buen amigo William Rodríguez, el último superviviente del 11-S. Trabajaba en la Torre Norte de las Gemelas, portaba la “llave de la libertad” que abría cada uno de los pisos, guió a bomberos y policías por la torre y salvó la vida de cientos y cientos de personas.
Nacido en San Juan de Puerto Rico, mago de profesión, marchó a Nueva York en busca de fama y fortuna. Y se encontró en la Gran Manzana, según él mismo ha declarado, “como un pez chico en una gran pecera”. Tuvo que trabajar como limpiador en las Gemelas, y le ganó un juicio a la empresa de limpieza en el atentado anterior para tener la llave que permitiera abrir los pisos. Solía desayunar con otros colegas hispanos en el piso 106 del edificio… pero ese día, el 11 de septiembre de 2001, llegó tarde. Eso le salvó la vida e hizo posible que se convirtiera en un héroe nacional.

Puedes ver su historia de primera mano en castellano ante 2.500 jóvenes (‘Lo que de verdad importa’): www.youtube.com/watch?v=MVtBn8qgrR0

He tenido el privilegio de compartir presentaciones con William Rodríguez, y desde entonces somos como hermanos. Hemos disfrutado juntos en Casa Lucio y he aprendido mucho de él.