Diálogo entre tres magníficos economistas: 'Hablando se entiende la gente'


El verano se despide con un día precioso en gran parte de España. Hoy, jornada en Valladolid. Tren desde Madrid a la capital castellanoleonesa (apenas una hora), coaching estratégico con el DG de una gran empresa industrial, almuerzo (en el mítico ‘Figón de Recoletos’: setas, torrezno y lechazo) y vuelta por la tarde.

Me encantó el libro ‘Hablando se entiende la gente’, de Emilio Ontiveros, Daniel de la Calle y Juan Torres. Tres economistas de referencia con posiciones dispares (socialdemócrata, liberal y de Podemos, respectivamente) que dialogan para los lectores desde la educación, el respeto no exento de pasión, la honestidad compartida y la lucha “quijotesca” por una causa común: la mejora de la economía española.
Emilio Ontiveros Baeza es catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid (le considero uno de mis principales maestros) y fue vicerrector de la UAM. Fundador de AFI (Analistas Financieros Internacionales), dirigió la prestigiosa revista Economistas y es autor de numerosos libros. Daniel Lacalle es economista, analista financiero, posgrado por el IESE y Master en Investigación Económica. Dirigió el programa económico de Esperanza Aguirre como candidata a la alcaldía de Madrid este 2015. Autor de varios best-sellers, como ‘Nosotros, los mercados’. Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada por la Universidad de Sevilla, ha publicado, entre otros, ‘Lo que España necesita’, con Vicenç Navarro y Alberto Garzón. Es el autor, junto con el profesor Navarro, del programa económico de Podemos. 
El libro consta de un prólogo conjunto y tres partes: el diagnóstico económico de cada uno de los autores, las soluciones y el debate entre ellos.
    Cada uno de los economistas dedica unas 25 páginas a su diagnóstico económico. Partiendo de un espectacular progreso en los últimos 30 años, Lacalle lo centra en:
- Un sistema financiero excesivamente orientado a la obra civil e inmobiliaria (burbuja).
- Ahorro del sector privado y de las familias de hasta el 6’39% del PIB en 2014. Deuda total no financiera que tocó fondo en 2012, con 2’8 B € (2’7 B en 2014).
- Recapitalización bancaria a través de ampliaciones de capital y desinversiones.
- Rigidez del mercado laboral. Necesitábamos crecer al 3% para crear empleo; ahora, es suficiente al 1’2%.
- Economía sumergida. Según Fredrich Schneider y A. T. Kearney, era el 18’6% del PIB en 2013.
- Recorte en gasto público de más de 19.000 M € desde 2010.
Para que la recuperación no sea tan frágil, propone Daniel Lacalle centrarnos en competitividad (según el WEF, España está en la posición 37), facilidad para crear empresas (33ª, según el Banco Mundial), deuda y política fiscal (esfuerzo fiscal de los españoles superior a los de Dinamarca, GB, Irlanda y Luxemburgo; solo por debajo de Finlandia y Suecia, con salarios un 70% superiores a los nuestros), paro (23’4%) y desigualdad (un 11% superior entre 2004 y 2011, según el coeficiente de Gini), política energética (coste de electricidad un 50% más alto y de gas un 75% mayor que en EE UU).
Emilio Ontiveros parte de la expansión de la economía española desde 2008 (“creció mucho, pero no creció bien”). Ascenso de la balanza de pagos por cuenta corriente, endeudamiento de las familias (210% del PIB en 2007). Inventario de daños en Capital Humano (desempleo, especialmente de larga duración y juvenil; creación de empleo de baja remuneración), Capital Físico (un 30% menos de inversión desde 2007), Capital tecnológico, Demografía empresarial (elevada mortalidad de empresas), Sistema financiero, Capital social (confianza).
Recuperación por el cambio de actitud del BCE (nueva política monetaria), crecimiento exportador, moderación salarial, mayor consumo. “No se trata de cambiar tanto el modelo productivo sino de mejorar la intensidad en ventajas tecnológicas de lo que se produce”. El profesor Ontiveros también se refiere al Índice de Competitividad Mundial del WEF. Para mejorar el patrón de crecimiento, propone optimizar “aquellos componentes favorecedores de la productividad y capacidad competitiva de las naciones”.
Juan Torres parte del concepto de “Crisis” (Criterio: elegir un camino u otro) para analizar la tendencia: destrucción de 300.000 empresas de 2008 a 2014, 6’2 M de parados en 2013 y 5’4 M en el Q1 de 2015. Una recuperación demasiado débil, singular desde el punto de vista del empleo, endeudada (de 2013 a 2014, 67.676 M € más), basada en el más débil de los motores (devaluación salarial). Torres duda de si es una recuperación o un simple alivio coyuntural, por el limitado alcance de la política monetaria, el ciclo electoral (elevación de la inversión pública del 3% en 2015). Destrucción de tejido productivo, servicios públicos y fuentes de generación de valor.

II Parte: Soluciones. Lacalle propone, para “una España competitiva, próspera y de oportunidades” dos iniciativas macro (limitar la expansión monetaria para evitar burbujas, promover la estabilidad presupuestaria) y tres micro (bajar impuestos, mejorar la educación, emprender y transparencia, atacando la corrupción). “España es uno de los países de nuestro entorno con menor autoempleo y emprendimiento”. Incentivar a las pymes, bajar cuotas a autónomos, reducir impuestos, recortar gasto político y superfluo. “El esfuerzo fiscal hunde las posibilidades de consumo”. En la UE, del 10% al 20% de los contratos públicos se pierde en corrupción.
Emilio Ontiveros nos recuerda que el PIB/hab 2015 está muy por debajo del de 2007. Sus premisas en términos de política económica son tres: los gobiernos e instituciones importan, hemos de diferenciar lo urgente y lo importante, y son urgentes el crecimiento de la inversión (planes de inversión paneuropea), mantenimiento de la política del BCE. Para modernizar el patrón de crecimiento, los principales impulsores de la productividad son las capacidades de los trabajadores, capital basado en TIC e I+D. El profesor Ontiveros cita a Acemoglu y Robinson (‘Por qué fracasan los países’): de “crony capitalism” (capitalismo de amiguetes) a instituciones decentes. Mejora de la demografía empresarial (“Sin empresas no hay prosperidad”). Sistema fiscal más justo y competitivo, eficiencia de las administraciones públicas, demografía (“política de incentivos a la recepción de inmigrantes”). Calidad de empleo de una economía avanzada.
Juan Torres considera que “se necesita algo más que un cambio de tendencia: combatir nuestros problemas estructurales”. Frenar la concentración de poder (1.400 personas controlan el 80’5% del PIB, Iago Santos, ‘Red social de la élite del poder economico’), falta de competencia (en la década de 1998 a 2007 los precios subieron cuatro veces más en España que en Alemania y el doble que Francia), superar el déficit social (diferencial de gasto social respecto a otros países: más de cinco puntos respecto a la Eurozona), equilibrar el mercado laboral (70% de los despidos individuales, discrecionales), resolver el carácter traumático de nuestra apertura al exterior, frenar el deterioro medioambiental y la ineficiencia energética, combatir la desigualdad (en 2002-2005, la renta del 20% más pobre de los hogares se redujo un 15% y la del 10% superior se incrementó al 15%). Para generar mejor actividad económica y más empleo, el profesor Torres propone potenciar el mercado interno y la demanda efectiva, aumentar la masa salarial y reducir la carga financiera de las familias, optimizar el rendimiento de la política fiscal, desbancarizar la economía y garantizar la financiación mediante banca pública, hacer sostenible la deuda pública, modificar el debate productivo.
El debate entre estos insignes economistas es sobre “¿Cómo hemos llegado hasta aquí?”: una crisis “genuinamente americana” (EO), inmobiliaria (DL), por el sistema financiero y bancario (JT), “shock de euforia” (DL), el error de Alan Greenspan (EO), un sistema bancario sin bridas, que tiende a irse más allá del riesgo (JT); sobre “la respuesta a la crisis”: hemos jugado mal las cartas de nuestra pertenencia a Europa (JT), lentitud política (DL), escaso grado de discrecionalidad (EO), “El concepto de austeridad aplicado en Europa me sorprende” (DL), “el fracaso es evidente” (JT), “si hay un continente más japonizado, ésa es la eurozona” (EO); “¿Hay recuperación?”: frágil (DL), propulsada por factores externos y circunstanciales (EO), hay un cambio de tendencia (JT), “hay que reconciliarse con Europa, porque hay economías en Europa que lo están haciendo de maravilla” (EO), “la inversión pública no es una panacea” (DL), “había un ahorro que estaba inmovilizado” (JT). “Futuro inmediato”: en Europa hay un margen de maniobra limitado (EO), soluciones compartidas sobre cuatro motores: consumo privado, inversión de las empresas, gasto público, demanda externa (JT), debemos mirar dónde generar valor añadido (DL), en I+D España se ha quedado a la cola del mundo (EO), la igualdad o desigualdad son conceptos que son consecuencias (DL), no se ha salido de ninguna crisis de deuda pública sin reestructuración (JT).
Estupendo libro. Me ha gustado comprobar que, en la bibliografía, Daniel “tira” de Liaquat Ahamed (‘Los señores de las finanzas’), María Blanco (‘Las tribus liberales’), Hayek, Michael Lewis (‘Boomerang’) y Acemoglu & Robinson (‘Por qué fracasan los países’); Emilio recomienda también a Acemoglu & Robinson, más Piketty (‘El Capital del siglo XXI’) y Martin Wolf (‘La gran crisis’); Juan nos propone Mark Blyth (‘Austeridad’) y Joseph Stiglitz (‘Caída libre’). Todos, libros muy interesantes.

Me gusta la bajada de impuestos y la búsqueda de la eficiencia en la administración de los liberales como Lacalle, la apuesta por la educación y el I+D y el control de las instituciones de los socialdemócratas como Ontiveros, la lucha contra la desigualdad y el “capitalismo de amiguetes” de los progresistas como Torres. Y creo que todos ellos sobrevuelan la gran oportunidad de mejora que tiene nuestra economía, tanto en el sector privado como en el público: la Calidad Directiva. Daniel Lacalle lo menciona de pasada al referirse a la Competitividad (somos según el WEF, los nº 59 y hemos perdido 22 puestos desde 2007); Emilio Ontiveros se refiere a las habilidades de los trabajadores, la demografía empresarial (alta mortandad de las empresas, por escaso tamaño y diferenciación reducida) y la eficiencia de las administraciones públicas (baja productividad); Juan Torres trata la desindustrialización y la concentración de poder (frente a la meritocracia).
“España es un gran país, trabajador, solidario y que se crece ante las dificultades” se dice en el libro. No puedo estar más de acuerdo. Un país que merece mejores líderes en todas sus instituciones, en todas sus organizaciones. Estoy convencido de que ante esta afirmación, Daniel Lacalle, Emilio Ontiveros, Juan Torres (y quienes piensan como ellos) estarán de acuerdo.
Mi gratitud a los autores y al editor (nuestro común amigo Roger Domingo, que tanto ha cuidado el libro). Como dice Roger, si sirve para que los lectores conozcamos otras opiniones (económicas) más allá de las de nuestra propia tribu, ya habrá merecido la pena.