Me encanta el talento de Julianne Moore, la gran actriz de la que
explicamos sus “trucos de motivación” Jorge Carretero y un servidor en nuestro
libro ‘Atrévete a motivarte’. Es la gran favorita a los Óscar de esta noche por
su interpretación en ‘Siempre Alice’ (no me la pienso perder), su quinta candidatura
a la estatuilla, y el pasado mayo ganó el premio de Cannes por ‘Map to the
stars’ de David Cronenberg.
A sus 54 años, es un talento en plenitud. Pura elegancia, tres proyectos
anunciados. Ha interpretado a mujeres libres (en ‘El fin del romance’, ´Lejos
del cielo’, ‘Vidas cruzadas’, ‘Los chicos están bien’ o ‘Chloe’), no ha tenido
problemas en desnudarse en pantalla y desde hace 12 años es una madre feliz,
casada desde hace 12 años con un hombre más joven que ella (sufrió un primer
matrimonio con un actor, que le hizo recurrir a terapia; “me casé muy pronto”,
ha declarado), dos hijos, vive en Greenwich Village (Nueva York), lejos de
Hollywood, se niega al bisturí (atribuye su belleza a su felicidad: “Pasamos
gran parte de la vida buscando el modo de averiguar quién somos y qué hacer con
ello y operarse es casi como cambiar tu pasado”) y es imagen de Bulgari y de
Tom Ford. Se lee todos los guiones que llegan a sus manos y se atreve con
directores heterodoxos (Paul Thomas Anderson, David Cronenberg, Todd Haynes,
Gus Van Sant o los hermanos Coen). Es, por si todo esto fuera poco, una
brillante decoradora.
En su filmografía, 77 títulos. Una vez un admirador le dijo: “He visto
todas tus películas”. Y ella respondió: “Pues vaya bodrios has debido
tragarte”. Entre sus cintas, te recomiendo este Top 16 (20% paretiano, porque
nadie es perfecta): ‘La mano que mece la cuna’ (1992), ‘El cuerpo del delito’ y
‘Vidas cruzadas’ (1993), ‘Sobrevivir a
Picasso’ (1996), ‘El mundo perdido’ (Jurassic Park) (1997), ‘El gran Lebowski’
(1998), ‘El fin del romance’ (1999), ‘Hannibal’ y ‘Atando cabos’ (2001), ‘Lejos
del cielo’ (2002), ‘La vida privada de Pippa Lee’ y ‘Chloe’ (2009), ‘Los chicos
están bien’ (2010), ‘Crazy, Stupid, Love’ (2011), ‘Don Jon’ (2013) y ‘Los
juegos del hambre: Sinsajo’ (2014).
El talento de Julianne Moore nos demuestra que a los 50 se puede estar
mejor que a los 20, y que la clave está en gestionar la propia “carrera
profesional”. El pasado jueves, El Economista publicó un breve artículo de un
servidor con motivo de las certificaciones Top Employers 2015, titulado ‘De la
carrera profesional a la dinámica del talento’. Es el siguiente:
“Concepto curioso éste de la “carrera profesional”.
Las empresas ofrecen una carrera profesional a sus emplead@s, supuestamente
para motivarles. “Carrera” del francés “carriére” (s. XVI), y a su vez del
latín “via cararia” (camino para vehículos con ruedas), por “carrus”. Una
promesa de ascenso a los buenos trabajadores, a los que tienen “potencial”.
Sin embargo, en este paso del Capitalismo al Talentismo, la oferta y la
demanda han cambiado. Vivimos entornos VUCA (volátiles, inciertos, complejos,
ambiguos) en buena medida impredecibles, por lo que la oferta de carrera
profesional es una ilusión. Y se calcula que un 35% de los profesionales están
mirando oportunidades en otras compañías. La fidelización es un gran reto.
¿Carrera? “El problema de una carrera de ratas es que incluso la que gana no
deja de ser una rata” (Lily Tomlin).
Demos la vuelta al concepto. El Talento no es una foto (del buen uso de
la inteligencia), sino una película, a fotogramas por segundo. En el cine mudo,
16 fps; en la tele, 24 fps; en ‘El Hobbit’, 48 fps. Se ha triplicado la
velocidad. James Cameron (Avatar), aspira a 60 fps. El talento que no se aprecia,
se deprecia.
El nuevo contrato psicológico entre talento y empresa requiere: A)
tomarse en serio la desvinculación, desde el inicio de la relación. El
outplacement ha de estar previsto y ser de valor. B) Una relación adulta entre
los profesionales y sus jefes (Liderazgo). C) un modo de organizarse en el que
se disfrute en el camino (los Top Employers apuestan por el Ciclo del Talento
de principio a fin), en el que las oportunidades sean claras y transparentes.
Adiós al paternalismo. No hay vanas promesas, sino un proyecto ilusionante de
desarrollo integral. La dinámica del talento es otra cosa.”
Mi gratitud y reconocimiento a las personas con talento que, como
Julianne Moore, saben gestionar su talento como debe ser. De ell@s será la
puesta en valor.
Frente a la paz y la “vida pedestre” (así la define la Moore) de
Julianne, “la maldición de las chicas Almodóvar”, de la que escribía ayer Jesús
del Río en El Mundo. Verónica Forqué (59 años) ha roto con el director Manuel
Iborra tras 34 años de casados. La actriz de ‘Kika’ no quiere saber nada de los
hombres. Lo mismo le pasa a Rossy de Palma (50 años) y a Loles León (64). Y a
Carmen Maura (69 años) y Victoria Abril (55). La Maura rompió después de 13
años y la Abril tras separarse del padre de sus dos hijos. Y a María Barranco
(53 años), Cecilia Roth (58) y Marisa Paredes (68). Y a las menores de 40,
Elena Anaya (39), que ha roto con su novia Beatroz Sanchís, y Blanca Suárez
(26), que lleva dos rupturas: Miguel Ángel Silvestre y Dani Martín. Seguro que
hay una pauta: Pedro Almodóvar busca mujeres “de rompe y rasga”, probablemente
con exigencias altamente elevadas.