Jornada en Logroño. Por la mañana, reunión
con una de las primeras empresas europeas, líder en su sector. Almuerzo con
Roberto, director de nuestra oficina, en EnAscuas (una comida memorable) y
coaching estratégico (segunda sesión) con el DG de una compañía muy innovadora
que está creciendo a dos dígitos. Vuelta a Madrid.
Con el cambio de tendencia (de la crisis al
crecimiento), uno de los mayores quebraderos de cabeza de las organizaciones va
a ser perder a l@s mejores. La Fidelización del Talento es una prioridad,
porque en nuestro país se calcula que el 35% de l@s profesionales están
pensando cambiar de compañía.
¿Cómo podemos detectar a ese Talento que
desea abandonar el barco, antes de que sea demasiado tarde? He recuperado una
entrada del blog de Chad Halvorson, ‘Los siete signos de atención que muestran
que tus empleados van a abandonar’: http://wheniwork.com/blog/7-warning-signs-that-your-employees-are-about-to-quit/
Los siete signos son los siguientes:
1. Crisis personales o familiares en l@s
emplead@s. Una alteración en el estilo de vida puede conducir a cambios
laborales.
2. Celos o envidias en l@s emplead@s más
valios@s. Frente a las personas más seguidistas y obedientes, el talento tiene
criterio y, aunque suele ser leal, no es precisamente fiel.
3. Especialmente bien vestidos y con pequeños
engaños. Como están buscando un nuevo empleo, frecuentemente en horario de
oficina, dedican parte de su agenda a entrevistas laborales y a bucear en la
red.
4. Aprovechar las vacaciones y los días
libres. Consumen sus días vacacionales para ser elegid@s por una nueva empresa.
5. Se les cae el lápiz en cuanto llega la
hora. Como no están motivados, no muestran su compromiso quedándose más tiempo.
6. Actitud de “desenganche” y falta de
compromiso. En las reuniones, en las entrevistas, en el tiempo de café…
demuestran con su postura y con sus emociones que están desencantados con la
empresa y que les faltan las ganas.
7. Expresan verbalmente su infelicidad. En lo
que dicen, queda patente que no están nada satisfech@s en tu empresa.
La Fidelización del Talento, como bien sabes,
depende del Liderazgo, de la Calidad Directiva. El 70% de las personas que
abandonan voluntariamente una empresa lo hacen por una mala relación con el
jefe. La responsabilidad de la fidelización, de no perder a l@s mejores, es
precisamente de quien dirige.
¿Significa entonces que el jefe/la jefa tiene
que “hacer amig@s”? No, en absoluto. Se trata de generar la confianza y el
compromiso necesarios para que el/la profesional mantenga la capacidad y el
compromiso que definen su talento.
Mi gratitud a quienes son conscientes de su
labor para atraer, fidelizar y desarrollar el talento de sus colaboradores. La
productividad y la competitividad son, en más de un 60%, cuestión de calidad
directiva. La paradoja es que en los malos jefes (y no digamos en los jefes
tóxicos) se perpetua una mentalidad arcaica que va en contra del talento.
El Liderazgo, principal factor de la
Fidelización del Talento, es escaso. Apenas uno de cada seis (16%) directiv@s
en España son auténtic@s líderes. Sin embargo, cuatro de cada diez son malos
jefes. Es mucho más probable ser un mal jefe que un buen líder.