Viaje a Bogotá, a participar en ExpoCoaching,
uno de los eventos más importantes de Ibeoramérica, desde mañana hasta el
domingo.
Entre las lecturas que me he llevado en este
viaje, el nuevo de Jeremy Rifkin, ‘La sociedad de coste marginal cero’.
Admiro mucho a Rifkin, profesor de Wharton,
asesor de la Unión Europea y autor de libros tan notables como ‘El fin del
trabajo’, ‘La civilización empática’, ‘La era del acceso’, ‘La tercera
revolución industrial’ y sobre todo ‘El sueño europeo’. Como pensador, está en
punta de lanza de muchos temas sociales.
En esta obra, plantea que al capitalismo le
sucede una nueva era, que él no llama “Talentismo”, sino “procomún
colaborativo” (convendrás conmigo que el nombre no es muy feliz). Es el declive
del capitalismo, de esa época histórica en la que “el mercado nos define”.
La clave, para Rifkin, está en el coste
marginal. Cita a Larry Summers, que planteó el dilema del capitalismo y lo
centró en que “la condición más básica para la eficiencia económica es que el
precio iguale el coste marginal”. ¿Qué ocurre con “el internet de las cosas”,
las energías renovables o las impresoras 3D? Que hacen que el coste marginal
tienda a cero. En su eficiencia, el capitalismo lleva su propia destrucción.
“La democratización de la innovación y la creatividad en el incipiente procomún
colaborativo está generando una clase nueva de aliciente que se basa más en el
deseo de fomentar el bienestar social de la humanidad que en la expectativa de
una recompensa económica. Y su éxito es innegable”.
La primera parte del libro es “la historia no
contada del capitalismo”. Desde la comunicación y la energía. El capitalismo
sustituyó al feudalismo gracias al crecimiento de las ciudades, la aparición de
la economía de mercado, la imprenta, el ramo textil y posteriormente la máquina
de vapor (James Watt, 1769). Todo ello, alimentado por una nueva concepción de
la naturaleza humana (el calvinismo, que confundió la vocación con la
productividad).
Pero estamos adentrándonos en una “sociedad
de coste marginal cero”, merced al IdC (Internet de las cosas), en la que todo
está interconectado): en 2022, supondrá unos 14’4 billones de dólares de ahorro
en costes, según Cisco Systems. La energía gratuita (en Alemania en 2013, un
23% de la electricidad era verde y en 6 años será el 35%). Para Rifkin, en 2040
el 80% de la energía será renovable. La microfacturación (impresoras 3D). Las
MOOC (Massive Open Online Courses), que reduce la formación a coste cero.
Es el declive del trabajador tal como lo
hemos conocido (y el nacimiento del talento de verdad, me permito añadir). “Nos
hallamos frente a un cambio de proporciones colosales en el mercado laboral”,
escribe Rifkin. Es el empleo en la 3ª Revolución Industrial.
“En el procomún colaborativo, los
prosumidores sustituyen a los vendedores y compradores, la libertad de
compartir vence a los derechos de propiedad, el acceso cuenta más que la
propiedad, las redes sustituyen a los mercados y el coste marginal de crear información,
generar energía, manufacturar productos y formar a los estudiantes es casi nulo”.
Capital social, economía del compartir,
micromecenazgo, democratización de la moneda… son temas de vanguardia que nos
adentran en el Talentismo.
Jeremy Rifkin concluye con un apunte
personal: “Las poderosas fuerzas sociales desatadas por la naciente sociedad de
coste marginal cercano a cero son disruptivas y liberadoras al mismo tiempo. Es
muy improbable que se puedan detener o invertir. La transición de la era capitalista
a la edad colaborativa va cobrando impulso en todo el mundo y es de esperar que
lo haga a tiempo de restablecer la biosfera y de crear una economía global más
justa, más humanizada y más sostenible para todos los seres humanos de la
Tierra en la primera mitad del siglo XXI”.
Mi gratitud a Jeremy Rifkin y a todas las
personas que luchan por alcanzar esta nueva era de colaboración, bien común y
generosidad.