Los grandes pensadores menores de 30 años y la eclosión del fútbol femenino


Lunes de reuniones en Madrid y de almuerzo entre compañeros.
He estado leyendo el artículo de Héctor G. Barnés sobre “Los pensadores de menos de 30 años” en el confidencial.com
En él se hace eco de un artículo de la revista Pacific Standard que se publicará el próximo jueves. “La mayor parte de prodigios del mundo tienden a congregarse en las ciencias duras y en las artes escénicas”. La pregunta que esta publicación ha hecho a figuras académicas relevantes es quiénes pueden saltar a la fama en 5-10 años. Entre los seleccionados, se ha elegido a la docena que ya imparte clases en las universidades importantes o se han iniciado en el mundo editorial.
Los doce de la fama (futura) son el psicólogo Gus Cooney (discípulo de Dan Gilbert, el autor de Tropezando con la felicidad); la politóloga Carmen Ho (Universidad de Toronto), que analiza los problemas de desnutrición en países subdesarrollados; la también experta en Ciencias Políticas Alisa Holland, que estudia la incacción (la elección por no hacer nada); el estudiante de la Universidad de Chicago Texas Parasher, que ha creado un Modelo de la Humildad Intelectual; el economista de origen mexicano Félix Ruano (fundador de la ONG ChangeFire, que forma parte del Gates Millenium); la escritora Adora Sivtak (autora de la novela “Yang in Disguise”, que desea propiciar un gran cambio en el sistema educativo); el economista Michael Kuhn, crítico con los programas sociales porque no cumplen su función real; el educador Dale J. Stephens, fundador del UnCollege (frente a la homogeneidad del sistema, apoya a quienes deseen formarse fuera del mismo); el afroamericano Johnnie Jones, experto en políticas publicas y alimentación saludable;  la psicóloga californiana Kelly Miller (sus análisis pueden marcar la diferencia en las relaciones personales y cómo éstas regulan nuestras emociones); el economista Xu Tan (Universidad de Washington), que aplica las matemáticas financieras, teoría de juegos y microeconomía al empoderamiento de los pueblos; y el psicólogo Jon Freeman, antiguo miembro de una banda de heavy metal, que es un firme defensor de la multidisciplinariedad.
Una docena de mentes brillantes, fascinantes, que ya están haciendo sus aportaciones. Que dentro de diez años (10.000 horas de práctica deliberada) destaquen o no en sus campos depende de los “coaches” que tengan, de sus “representantes”, de su Marca Profesional, de su compromiso… Son pensadores de alto potencial, pero no está el mañana escrito… afortunadamente.
Me ha interesado también mucho el artículo de Javier Lafuente en  El País, “Un sueño mundial”, relativo a la eclosión del fútbol femenino. Es éste:
“Nunca antes una plata supo mejor ni un empate tuvo tanto valor. Nunca, en definitiva, el fútbol femenino en España había vivido en tan pocas horas dos alegrías así: la sub-17 fue la primera selección en disputar la final de un Mundial, una cita que va camino de dejar de ser una utopía para la absoluta, a un paso de clasificarse después de empatar (0-0) el sábado con Italia, para Canadá 2015, el mayor hito de su historia.
El punto de inflexión del equipo que dirige Ignacio Quereda, coinciden las internacionales, fue el billete para el Europeo de Suecia del año pasado, el segundo al que acudían, aunque para recordar el anterior hay que remontarse a 1997. El pase, sellado con un gol al límite de la capitana, Verónica Boquete, supuso un chute de confianza del que aún se nutren, como se comprobó contra Italia. Pese a errar Boquete un penalti y el empuje del cuadro azzurro, España no cedió. “Antes, este tipo de partidos se nos acababan escapando; ya no”, asegura la guardameta Ainhoa Tirapu. El “sí se puede”, tan traído en estos días de imposibilidades. “Comprobamos que éramos, que somos en realidad capaces de cualquier cosa; cambiamos la presión por la tensión”, asegura Boquete.
Si aquello supuso una motivación, el pase certificaría un valor en alza, la confirmación del fútbol femenino, el mismo que durante años ha nadado a contracorriente, que, en realidad, sigue penando cada fin de semana con jugadoras tan profesionales sobre el césped como carentes de derechos laborales. Unas limitaciones que, sin embargo, no les impiden codearse con selecciones de países mucho mejor dotados. Según datos de la federación de fútbol, en España 28.154 mujeres cuentan con licencia para jugar al fútbol, por las cerca de 250.000 de Alemania, las 300.000 de Suecia o las 350.000 de Inglaterra, las ligas más potentes, a las que ya han emigrado algunas de las jugadoras, caso de Natalia Pablos, Laura del Río y Keka Vega, Las three amigas del Bristol, inglés. O la misma Boquete, antes emigrante en Estados Unidos, la primera española que disputará unas semifinales de la Liga de Campeones, con el Tyreso, sueco. Una Champions en la que el Barcelona, campeón de Liga, alcanzó los cuartos de final este curso. “Físicamente estamos lejos de Alemania o de Estados Unidos, ellas son casi atletas, pero técnicamente hemos demostrado estar a un nivel bastante alto, compensamos las carencias físicas con un fútbol más de toque”, celebra Tirapu. A falta de cuatro partidos, España aventaja a Italia en seis puntos, aunque ha disputado un encuentro más. Pese a ello, depende de sí misma, ante rivales inferiores, para sellar el billete a Canadá. Siempre a domicilio. La primera parada será el próximo jueves, ante Macedonia; Estonia aguarda el 8 de mayo y con Rumanía y República Checa se cita el 13 y el 17 de septiembre, respectivamente.
Mientras los frutos en la selección absoluta empiezan a aflorar, en las categorías inferiores no hay año prácticamente en el que no den una alegría. La sub-19 fue campeona de Europa en 2000 y plata en 2004 y la sub-17 ha celebrado a las órdenes de Jorge Vilda, un técnico de apenas 32 años, dos oros, una plata y un bronce en Europeos y un bronce y una plata Mundial, la lograda este pasado fin de semana. Aunque este metal siempre tiene un sabor amargo, la conseguida en Costa Rica para muchas sabe a oro. En su primera comparecencia en la final de un Mundial, cayeron ante Japón (2-0), un equipo al que nadie fue capaz de marcar un gol. Una derrota que no hará olvidar la experiencia de jugar ante más de 34.000 espectadores en el Estadio Nacional de San José, en Costa Rica. “Fue inolvidable: escuchar los himnos ante tanta gente, o un momento durante el partido en el que se pusieron a hacer la ola... era increíble”, recuerda Laura Domínguez. “Ahora, los fines de semana, nos seguirán yendo a ver solo los padres de las que juegan”, bromeaba la internacional, de 16 años, que un par atrás aún jugaba en un equipo mixto, hasta el límite de edad permitido, porque aunque en Madrid sí había equipos femeninos, en Alcalá no. Un caso cada vez más excepcional, aunque queda camino por recorrer. “Siempre era la única, era a la que más cuidaban, cuando me llamó la sub-15 aún jugaba con ellos, les daba cierta envidia porque es más complicado que les ocurra”, dice orgullosa esta seguidora del Madrid, cuyo referente, con permiso de Verónica Boquete, a la que casi todas las chicas toman como espejo, de Cristiano Ronaldo, “desde que jugaba en el Manchester”, puntualiza para que no haya dudas. Ahora, tiene entre ceja y ceja subir a Primera con su equipo, el Madrid Club de Fútbol Femenino, al que solo le faltaría el Real al inicio para que el nombre cobrase más empaque. Un sueño para muchas jugadoras, que quisieran ver cómo el equipo blanco abre una división femenina, como la del Barça, el Atlético el Athletic. “Pero no parece que vaya a ser posible”, asume Domínguez entre risas.
Esta última semana las chicas han logrado también otro premio, quizás menos tangible. El apoyo público de jugadores que, con su respaldo, pusieron los focos sobre ellas. Así, internacionales como Llorente, Silva o Mata, entre otros, mandaban sus ánimos a las más pequeñas. Igual que Casillas lo hizo con la absoluta. O el propio Del Bosque, que se prestó a grabar un vídeo con las jugadoras. Una conversación en la que Boquete le recuerda cómo los enfrentamientos con Italia siempre han traído alegrías últimamente, a lo que el seleccionador le responde: “Eso ya es historia, ahora las verdaderas protagonistas sois vosotras”.
Sí, es el momento del fútbol femenino. Cuando uno ve iniciativas como la de la Academia de Tecnificación AR10, con las jugadoras de fútbol entrenando muy profesionalmente las mañanas de los domingos, lo tiene muy claro. Ayer les habló a las jugadoras sobre nutrición y cómo evitar lesiones  Ricardo Da Silva, preparador físico de la selección femenina de Azerbaián.  Mi agradecimiento a Ana Rossell y a todas las que hacen posible el éxito de un fútbol innovador y de juego limpio.