Milán insólita y secreta


Ayer por la tarde embarcamos rumbo a Milán, para participar hoy y mañana en la reunión estratégica del Sur de Europa de ManpowerGroup.
Esta tarde hemos ido a Turín, a presenciar el partido de la UEFA League entre la Juventus y el conjunto turco del Trabzonspor. El Juventus Stadium es uno de los más modernos de Europa, y en un partido de estas características cuenta con más de 900 profesionales de ManpowerGroup, lo que es realmente espectacular. De vuelta, ya en Milán, hemos cenado en la trattoria Il Carpaccio, de la via Lazzaro Palazzi 19. Una cena típicamente milanesa, absolutamente deliciosa.
Ayer estuve leyendo “Milán insólita y secreta” de Massimo Polidoro, profesor de “psicología de lo insólito· en la Universidad de Milán-Bicocca. Este texto es un recorrido por esta bella ciudad, dividido en seis partes geográficas.
Del centro destacaría el Museo Mangini Bonomi (sobre la vida cotidiana en los últimos 150 años), la jabalina semilanuda del Palazzo de la Ragione (Milán fue fundada por el celta Beloveso y la llamó “Mediolanum”, por encontrar un jabalí hembra con la mitad muy peluda y la otra mitad carente de pelo), el salón de fiestas del Palazzo Marino y el Duomo. Del noroeste de la ciudad, Santa María delle Grazie (donde está “La última cena” de Leonardo da Vinci), el estudio del arquitecto Portaluppi (que modernizó Milán), la tumba de Verdi, la fuente de Giorgio de Chirico, el taller de Achille Castiglioni y el Castello Sforzesco. Del noreste, la estatua de Pinocho, el Palazzo Isimbardi, la torre de las sirenas, la villa Invernizzi, el Palazzo Serbelloni, el Palazzo Morando, el Museo de la Empresa Mario Bucellatti, la Biblioteca Braidense de libros de magia, los dos claustros de San Simpliciano, el teatro del verdor y la mediateca de Santa Teresa. Del suroeste, la “caída de San Pablo” de Moretto da Brescia (inspiración de Caravaggio), el museo del caballo de madera Lorenzo Pianotti, la Scala y la tumba de los Reyes Magos. Del sureste, el Wow Spazio Fumetto (para el cómic) y la Fundación Vico Magistretti (estudio de un gran diseñador). Y de los alrededores de Milán, las pequeñas villas Tudor, la cartuja de Garegnano, la Basílica de Santa María de Lourdes (reproducción de la cueva de Lourdes), la Accademia del Giocco Dimenticato (juguetes antiguos), el museo de arte plástico (art-terapia en un antiguo hospital psiquiátrico), el museo del cine y de la óptica y la villa Mirabello (una villa toscana en la Lombardía). Milán es una ciudad fascinante. En esta “semana de la moda” se revela en todo su esplendor.
He lamentado mucho el fallecimiento de David Taguas, un gran economista, de ideas claras y muy didáctico, que ha muerto de un infarto fulminante. He hablado con Roger Domingo (editor de su último libro, que leeré a la vuelta a Madrid) y con Susanna Griso (David acudía al programa “Espejo público”). David Taguas pervivirá en la memoria de sus textos, de sus intervenciones y en el cariño de quienes le admirábamos (pude hablar un rato con él el pasado 12 de septiembre, con motivo del X Aniversario de Thinking Heads, y me encantó su vitalidad).
Mi agradecimiento a Stefano, Vittorio, Giovanna, Antonio y todos nuestros colegas italianos, anfitriones de este encuentro en Milán.