Semana laboral en la que he
pasado el 60% del tiempo en el Norte, entre Galicia (el lunes) y Asturias (el
jueves y el viernes). Y el próximo viernes, a Venezuela 10 días.
Me ha encantado el Premio
Príncipe de Asturias de la Concordia 2013 concedido a la ONCE y su Fundación.
El galardón ha sido motivado
“en atención a su extraordinaria labor
durante más de tres cuartos de siglo", según hizo público al
mediodía del miércoles el jurado encargado de su concesión en Oviedo.
Tras agradecer el Premio, Miguel Carballeda, presidente de
la ONCE y su Fundación, dijo que "es
un reconocimiento a toda la ciudadanía española que, con su colaboración
solidaria, ha hecho posible la labor de la ONCE y su Fundación". "Es
una noticia que nos satisface y
enorgullece. Es un reconocimiento destacado, a nivel nacional e
internacional, de la labor que durante todo este tiempo han hecho, hacen y
harán las mujeres y los hombres que, ahora y siempre, han estado relacionados
con la ONCE en cualquiera de sus ámbitos". "Somos conscientes, como
lo fueron aquellos pioneros que fundaron la ONCE hace 75 años, de que debemos compartir nuestra suerte y nuestro
esfuerzo con la sociedad, con la ciudadanía que, con su apoyo y su
incondicional cita diaria con la ilusión, ha hecho posible nuestra historia. A
ellos debemos todo".
La ONCE ofrece cobertura social a un total de 71.460
personas con discapacidad visual afiliadas a la organización (34.764
hombres y 36.696 mujeres) y recibe cada año a unas 4.000 personas que pierden
la vista y que acceden a los servicios de la organización en todos los ámbitos,
empezando por la autonomía personal, para alcanzar la educación, el ocio o el
empleo, la mejor forma de integración en la sociedad. A través de Fundación
ONCE extiende su solidaridad al resto de personas con discapacidad y, a nivel
internacional, trabaja con personas
discapacitadas en más de 50 países.
La candidatura de la ONCE al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia fue
propuesta por Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz; Rafael
del Río, presidente de Cáritas, y Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas,
organizaciones galardonadas con este Premio Príncipe de Asturias en 1994, 1999
y 2010, respectivamente; así como por Juan Manuel Suárez, presidente de Cruz
Roja Española, y Consuelo Crespo, presidenta de Unicef-España. El de la
Concordia se otorga a personas e instituciones "cuya labor contribuya de
forma relevante a la defensa de los derechos humanos y al fomento de la paz, de la libertad, de la
solidaridad, de la protección del patrimonio y, en general, al progreso
de la humanidad".
El galardón ha recaído en la última década en la Federación Española
de Bancos de Alimentos, los Héroes de Fukushima, Manos Unidas, la ciudad de
Berlín en el XX
Aniversario de la Caída del Muro, Ingrid Bethancourt, el Museo de la Memoria del
Holocausto de Jerusalén, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y el
Camino de Santiago.
Me siento muy orgulloso de
poder colaborar en la ONCE en sus proyectos de integración. Y quiero conectar
este galardón con dos conceptos poderosos que la ONCE y su Fundación abanderan:
la Ilusión y la Suerte.
Ilusión proviene del latín
Illusio, y éste del verbo illudere, de in-ludere (jugar contra algo). Por
tanto, es “engaño, percepción irreal”, la que genera un ilusionista. Pero
también cuenta con una connotación positiva: “viva esperanza, expectativas
favorables”. La ONCE y su Fundación es un gran ejemplo de ello. La “Fiesta de
la Ilusión” reunió en Madrid una marea amarilla de 100.000 personas el primer
domingo de junio para celebrar los 75 años de la Organización y los 25 de la
Fundación.
La Suerte hay que buscarla.
Debemos recordar al psicólogo e investigador Richard Wiseman (que empezó su
carrera como mago y al que le encanta “desenmascarar las ilusiones humanas”) y
a sus cuatro leyes para atraer la buena suerte. Las personas afortunadas:
1. Saben ver, aprovechar y
crear oportunidades, porque mantienen una actitud positiva hacia otras personas
y hacia la vida.
2. Prestan atención
(consciencia) no solo a lo cognitivo, a lo intelectual (a lo racional) sino a
su intuición.
3. Esperan cosas buenas de la
vida, porque su auto-confianza y su esperanza hacia el futuro son elevadas.
4. Ven el lado positivo de
los que les ocurre, a pesar de las dificultades.
Por tanto, siguiendo a
Wiseman, la buena fortuna es una combinación de Optimismo inteligente,
Autoconfianza, Consciencia y Apertura mental, cuatro características personas
que se pueden y se deben educar (principalmente, a través del coaching, como
explicaba en Por qué necesitas un Coach).
“No me llames iluso, porque
tenga una ilusión”, se cantaba en un anuncio de la ONCE. Necesitamos vivir
ilusionad@s y cultivar nuestra buena suerte.
Mi gratitud al jurado del
Premio Príncipe de Asturias de la Concordia (el presidente del Principado,
Javier Fernández, los empresarios Alicia Koplowitz y Juan Miguel Villar Mir, el
exjefe de la casa real Fernando Almansa, entre otros) y a los miles de
profesionales de la ONCE y su Fundación, que son un orgullo para todos los
españoles.
Y mañana, ojalá pueda contar
el triunfo de la candidatura olímpica de Madrid 2020.