Tantas y tantas veces, la realidad supera la ficción. Lo más probable es
que José Mourinho y Pep Guardiola se vuelvan a encontrar a finales de agosto,
en la Supercopa de Europa, como “coaches” del Chelsea (ganador de la Europa
League) y del Bayern de Múnich (campeón de la Champions), en ambos casos si el
destino no lo remedia. Mourinho versus
Guardiola a nivel continental, en dos Ligas diferentes (la Premier y la
Bundesliga) y haciéndose cargo de los equipos ganadores que dejan (a su pesar)
dos conocidos de la afición española como Rafa Benítez y Jupp Heinckes.
Por lo demás, esta mañana he impartido Revisión de los procesos de coaching ejecutivo en el Programa de
FUNDESEM (ya en su tercera edición) en Alicante. Mi profunda gratitud a
Mariola, Andrea, Aurelio, Elisa, Rosamari, Ana Belén, Mª del Mar, Alfredo,
David, Mª José, Carlos, Nerea, Virginia, Enrique y Domingo, que se están
preparando concienzudamente para ser muy buen@s coaches. Cada vez estoy más
convencido de que, más allá de las horas de formación de calidad (condición
necesaria, imprescindible) y de la experiencia como coaches, el perfil de
talento de l@s coaches es lo que marca la diferencia. Personas entregadas,
comprometidas de verdad, con empatía, capacidad de escuchar atentamente,
integridad, autoconfianza, pensamiento global, serenidad (autocontrol),
orientación a resultados, iniciativa (proactividad), influencia honesta (desde
la credibilidad) y desarrollo de otras personas (a través del reconocimiento).
Profesionales que muestran su excelencia como entrenadores de talento.
De la prensa del sábado, me quedo con la semblanza de Irene López en la
contraportada de Cinco Días sobre Javier Marín, El relevo de confianza. El nuevo Consejero Delegado del Santander
(Madrid, 1966) fue secretario personal de Emilio Botín Sáenz de Sautuola
durante cuatro años. Posee una magnífica relación personal con él y con su hija
Ana Patricia. Licenciado en Derecho y Empresariales por ICADE, lleva 20 años en
el Banco (ha sido DG del Banco Santander Negocios, CEO de BANIF, responsable de
Gestión de Activos, Banca Privada y Seguros). Se le considera una persona
discreta, sencilla, amante del golf (como Don Emilio) y de la caza, y habla
perfectamente inglés. Relevo generacional, consolidación nacional del Banco con
la integración de Banesto.
Precisamente el mismo diario habla de Las
recetas de Emilio Botín para crear empleo. Un jugoso artículo de Paz
Álvarez con motivo de la XIII Junta de Accionistas Universia, celebrada en mi
querida Universidad de Málaga, cuya rectora es Adelaida de la Calla, presidenta
de la CRUE, con más de 80 rectores y profesionales universitarios.
El presidente del Santander dijo en Málaga que hay tres ámbitos en los
que mejorar los indicadores: la formación, el emprendimiento y las prácticas
profesionales. Respecto al primero, en la Unión Europea hay más de dos millones
de puestos de trabajo sin cubrir por falta de cualificación adecuada. En 2020,
los empleos que exigen mayor preparación científica y tecnológica aumentarán un
18%.
El emprendimiento es uno de los principales trampolines de la creación de
empleo. Según AFI, el número emprendedores con menos de 34 años ya representa
el 41% del total; las mujeres con el 40% y los licenciados universitarios el 18%.
Es necesario contar, según Emilio Botín, con apoyos económico-financiero,
administrativo y fiscal.
Y sobre las prácticas en empresa, el Santander está impulsando el tema
junto con Cepyme y la CRUE. Predicar con el ejemplo.
Joan Fulton, que después de trabajar durante 25 años en UBS (Unión de
Bancos Suizos) se ha marchado a Indonesia a desarrollar el talento de los
demás, nos recomienda: “Las grandes empresas necesitan renovarse”.
Y en la contraportada de La Vanguardia, Richard Vaughan (texano de
Houston, 61 años, casi 40 en España) explica que aprender inglés es cuestión de
motivación y actitud. Después de enseñar su idioma nativo a cinco millones de
españoles, cree firmemente que la clave es un buen profesor. “La buena suerte
se labra”. Propone despedir a 50.000 supuestos profes de inglés y traer a otros
tantos anglófonos jubilados (hay más de 100 millones).
Aprender a Emprender.
Cómo educar el talento emprendedor es el libro que he
estado leyendo en el tren de Alicante a Madrid esta tarde. Sus autores, Luisa
Alemany, José Antonio Marina, José Manuel Pérez Díaz-Pericles (directores
científicos), Carmen Pellicer, Beatriz Álvarez y Juan Luis Torrejón. El libro
me lo regaló Carmen Pellicer ayer durante una reunión.
Me ha gustado comprobar que el modelo de gestión por competencias (creado
por mi maestro David McClelland) es la puerta de entrada a la introducción de
la iniciativa en el aula. La OCDE, en 2005, definió competencia como “capacidad
de responder a demandas complejas movilizando recursos psicológicos y sociales
en un entorno concreto” y el Parlamento Europeo en 2006 como “combinación de
conocimientos, capacidades y actitudes adecuada al contexto”. La competencia de
aprender a emprender tiene cuatro indicadores: Autonomía personal, Liderazgo, Innovación
y Habilidades empresariales.
Como toda competencia, la de emprender se entrena, a través de distintas
variantes de aprendizaje (cooperativo, asistido, basado en programas o en
proyectos, por investigación, integrado en el trabajo, reflexivo, holístico,
aprender a pensar).
Excelente texto éste de AulaPlaneta y la Fundación Príncipe de Girona. Un
modelo muy práctico para aprender a emprender desde temprana edad (aunque nunca
es tarde).
Entrenadores en el deporte, entrenadores en el aula, entrenadores en la
empresa. Los necesitamos cada día más.