La primera astronauta china y El ADN del Innovador


He estado viendo a las 5.37 de la mañana en México (18.37 en Gansu, China) el lanzamiento del cohete Shenzou-9, con una tripulación de tres astronautas. Así, China se convierte en el tercer país (con Estados Unidos y la Unión Soviética) en lanzar astronautas al espacio. En este viaje ha participado Liu Yang (34 años, ex oficial de aviación, tres años de formación en el programa del espacio), la primera mujer astronauta. Estarán en el espacio dos semanas y Liu Yang, heroína nacional, dispondrá de habitación y baño independiente. En 2020, China tendrá una estación espacial.
Lo que los estadounidenses realizaron en el espacio a partir de los 60 (la conquista espacial para el prestigio de la nación), lo hacen a partir de ahora los chinos. China ha tomado el relevo. Y con talento femenino.
Liu Yang ha declarado: “Estoy muy agradecida; me siento muy honrada de volar en nombre de cientos de millones de ciudadanas chinas”. Liu se alistó en el ejército en 1997. Es una veterana con 1.700 horas de vuelo y estaba encargada de la subdirección de una unidad aérea antes de ingresar en el programa espacial.
El portavoz de la agencia espacial china ha comentado que las astronautas mujeres tienen mayor estabilidad psicológica y mayor capacidad para lidiar con la soledad.
Liu Yang se suma a una lista exclusiva de 50 mujeres astronautas, desde la soviética Valentina Tereschkova en 1963, dos años después de Yuri Gagarin.

Dos semanas en el espacio. Como el par de semanas que he pasado en México, en Villahermosa (Tabasco) y Veracruz.

Hoy en intervenido, para hablar sobre el Talento y cómo desarrollarlo, en el programa de ABC Punto Radio “Pensamiento Positivo”, que tan sabiamente dirige Sergio Fernández. Además, Sergio ha entrevistado al maestro José Antonio Marina, que ha hablado de sus últimos libros.

De 8.30 a 12.30, la segunda parte del taller de Desarrollo de otros (el/la líder-coach), dentro del Programa Formación de líderes de Pemex, la primera empresa de Iberoamérica. Le estoy muy agradecido a los participantes (en esta ocasión ha habido tres ingenieras: Patricia, MariLu y Graciela), a Gastón y todo su equipo del Fiesta Inn Malecón (Graciela, Jorge, Jessica, Mónica, Jorge, etc) y a Silvano y Carlos de Amedirh. Sensacionales.

Hoy he estado leyendo El ADN del Innovador, de Jeff H. Dyer (profesor de estrategia en Brigham Young y en Wharton), Hal Gregersen (profesor de liderazgo en Insead y en Abu Dhabi) y el archifamoso Clayton Christensen (uno de los mayores gurús de la innovación).
El libro nos presenta las cinco habilidades básicas para innovar:
-       Asociación
-       Cuestionamiento

-       Observación

-       Networking

-       Experimentación

Y después explica cómo hacen las empresas más innovadoras del mundo para estar en vanguardia.
No soy muy de esto del “ADN” (de lo genético, de lo inmutable). Sin embargo, los autores se refieren a la cultura corporativa, al modo de hacer las cosas en las organizaciones. En esto caso, de culturas que se atreven, experimentan, fomentan la libertad, arriesgan, se reinventan. A eso me apunto.
Y si es un texto de Clayton M. Christensen, que nos ha enseñado las innovaciones disruptivas y los dilemas del innovador, hay que leerlo fijo.
Me quedo con las “habilidades de descubrimiento de los innovadores disruptivos” (descubrimiento es precisamente lo que se genera en el coaching estratégico tras la reflexión):
1.    Cuestionamiento. Desafiar el status quo a través de preguntas abiertas.
2.    Observación.
3.    Establecimiento de una red de ideas.
4.    Experimentación.

En esta nueva era, innovar es la única forma de sobrevivir. Y pocos nos pueden enseñar tanto al respecto como Clayton Christensen, uno de los pensadores más brillantes de nuestro tiempo.