Pirandello y los ingenieros humanistas

1 de julio. Nuevo semestre. Nueva etapa vital.

Esta mañana he estado reunido con el director de fabricación de una de las grandes empresas industriales europeas. Es un gran experto (probablemente uno de los mayores del mundo en lo suyo) y su directora de formación y desarrollo le llama “ingeniero humanista”. Todo un piropo. Realmente lo es, y el resultado es que da gusto escucharle y sobre todo su empresa, gracias a él y los suyos, está capeando el temporal mucho mejor que sus competidores.

A este directivo le encanta su compatriota Luigi Pirandello (1867-1936), Premio Nóbel de Literatura. Nacido en Villaseta de Càvusu (actualmente Xaos, de donde deriva la palabra Caos), se casó en 1894 y de ese año es su primer libro de relatos, Amores sin amor. Profesor de literatura italiana en un instituto de magisterio, un cataclismo le hizo pasar penurias económicas y le llevó a la depresión. Fruto de tal estado publicó El difunto Matías Pascal (1904). De sus obras dramáticas podemos destacar Seis personajes en busca de un autor, Así es (si así os parece), La vida que te di, El juego de roles, El imbécil o Enrique IV. Además, publicó cinco libros de poemas.

Enrico IV, su obra maestra junto con Seis personajes… es una reflexión sobre la locura, sobre la persona y la máscara. Comedia en tres actos, trata de un hombre que se cree el rey alemán Enrique IV. El resto de las personas le sigue la corriente. Doce años después, recupera la cordura pero finge seguir loco para no provocar nefastas consecuencias. Por tanto, prosigue con su engaño.

“Leer a Pirandello conmueve, estremece, sacude y a veces desorienta. Gran parte de estos sentimientos que Pirandello provoca en el espectador o lector , se deben a la presencia permanente y simultánea del humor y la fatalidad, que no sólo actúan como recursos dramáticos sino que cumplen una función más trascendente.

El humor y la fatalidad fueron los estados fundamentales de la existencia de Pirandello, quien padeció angustias como padre y esposo, además de haber sido protagonista de un dramático período histórico en el que vio esfumarse la ilusión de la paz en 1914.

Pero no sólo vivió el primer desequilibrio universal de este siglo, sino que también asistió al agotamiento del positivismo filosófico y del realismo – naturalismo en las Letras. Y para cualquier hombre, ésto no es poco.

Sin embargo, transitó por el camino de la vida con un humor a toda prueba.

Pero, ¿cuál es el sentido que Pirandello le asignó al humor?.

Para él un verdadero humorista se desdobla encomendando una parte al sentimiento y una parte a la reflexión que actúa como espejo interior del hombre. Bajo estos conceptos desarrolló sus obras dramáticas, que como él mismo señaló “lindan entre el calor del sentimiento y el frío de la reflexión”. De manera que no hay humor que se sostenga si no está avalado por la reflexión.

Pirandello logró hermanar la gracia , la ironía, lo cómico y lo patético, estableciendo un juego de contrarios que en primera instancia, mueve a la risa franca y espontánea y que inmediatamente después, se transforma en sabor amargo.

Como dramaturgo, su gran innovación fue la técnica del “teatro dentro del teatro” expresada fundamentalmente en la trilogía Sei personaggi in cerca d ‘ autore (1921), Ciascuno a suo modo (1923) y Questa sera si recita a soggetto (1928-29).

Estas no sólo son obras de un carácter único, sino que también son una especie de “arte poética” del teatro. En esta trilogía Pirandello expuso una serie de temas que lo obsesionaban como dramaturgo: el problema del autor, de los personajes como criaturas dramáticas y autónomas, la cuestión de diversos espacios escénicos superpuestos y el desarrollo argumental descompuesto en planos simultáneos (ilusión – realidad).

Escenarios vacíos, directores furiosos, personajes que exigen que se les dé vida a través del teatro, actores que se rebelan frente al director o que se convierten repentinamente en espectadores, un público confundido por situaciones que no saben si corresponden al espectáculo o no; son los ejes fundamentales de esta innovación.

Sin embargo, a pesar de este aparente caos, Pirandello logra un todo armónico que sostiene sus obras. Y es aquí donde radica su genio.

La obra Sei personaggi in cerca d´autore es sin duda la más original de sus producciones. En ella el lector o espectador puede distinguir claramente dos conflictos simultáneos que se desarrollan en un mismo espacio escénico: el escenario vacío de un teatro donde una campañía va a comenzar el ensayo de una obra de Pirandello, Il giuoco delle parti. Allí aparecen seis extraños personajes que hasta ese momento sólo han existido en la mente de su autor, solicitando que se les permita representar su drama. Llegado este punto, los planos de realidad y ficción son imposibles de distinguir, el espectador se pregunta una y otra vez qué es verdad y qué es mentira en esta obra. Quizás Pirandello nos dé la respuesta cuando en el prólogo de Sei personaggi in cerca d´ autore dice que “… es una mezcla de tragedia y comedia, de fantasía y de realidad, en una situación humorística de todo punto nueva y harto compleja; un drama que, por medio de sus personajes (…), quiere a toda costa encontrar la manera de ser representado en cuanto tal; la comedia de las vanas tentativas de esta realización escénica improvisada …”.

Estas innovaciones marcaron el alejamiento definitivo de la dramaturgia tradicional y la inauguración de una nueva etapa en la historia del teatro universal.

Escritor de “naturaleza filosófica”, desechó las teorías naturalista – realista del teatro de su época y llevó al plano del arte teatral las teorías del relativismo. En sus obras no existe una verdad unívoca , por eso como espectadores, nos enfrentamos a realidades huidizas e inaprehensibles y a personajes con un yo múltiple (actores – espectadores – personajes) que nos desorientan.

Pirandello logró acortar la distancia entre vida y ficción, llevando ésta última al límite de sus posibilidades. Basta con recordar al Director de Ciascuno a suo modo preguntando: “¿Pero, señores míos , estamos en el teatro o estamos en la calle?” o la escena de Questa sera si recita a soggetto en la que la Primera actriz casi muere al representar la muerte de su personaje, Mommina.

Repentinamente la vida irrumpe en el teatro y el espectador tiene la impresión de que teatro y vida son uno solo. ¿Acaso las preocupaciones ontológicas de los personajes pirandellianos no son las mismas que las de cualquiera de nosotros? .

Todas estas novedades técnicas de Pirandello fueron injustamente condenadas por algunos críticos de la época que no supieron o no quisieron advertir que así como el mundo moderno se renovaba, también lo hacían las estructuras artísticas del pasado. Pasa que Pirandello no sólo puso al desnudo los artificios de la tradición teatral sino que lo hizo con una ironía y una audacia sin igual. Fue un provocador, un imprescindible que mostró genialmente y sin vacilaciones las incongruencias del mundo moderno a través de su arte, en forma dramática.

Por eso leer a Pirandello sacude, estremece, desorienta y a veces abofetea a quienes están sumidos en la naturalidad de la existencia.” (María Alicia Camino, Abraxas Magazine).

Entre mis frases favoritas de Pirandello se encuentran:

“Lo que hoy es realidad, lo que puedes tocar, creer y te parece real en el presente, va a ser –como la realidad del ayer- una ilusión mañana”

“Me encantaría pasar todo mi tiempo escribiéndote; me encantaría compartir contigo todo lo que pasa por mi mente, todo lo que valora mi corazón, todo lo que inspira mi alma; fantasmas del arte, sueños que serían maravillosos tan si se convirtieran en realidad”

“La historia de la humanidad es la historia de las ideas”

“Todos podemos ser héroes esporádicamente, pero hemos de ser caballeros siempre”

“La vida está llena de infinitos absurdos que, siendo tan extraños, no necesitan ser plausibles para ser verdad”

“Una cosa es la lógica y otra el ser humano. Si propones una solución lógica sobre algo y al mismo tiempo no llenas de esperanza los corazones de las personas, no funcionará”

“Todo el conocimiento del mundo cuelga de un delicado hilo: la re-gu-la-ri-dad de nuestras experiencias”

“Un drama es acción y no filosofía confusa”

A Dominique Strauss-Kahn el juez le da la libertad por las incongruencias de la “víctima”. La Guardia Civil se lleva a los directivos de la SGAE (con su presidente a la cabeza) acusándoles de malversación de fondos. Rafa Nadal pierde el número uno frente a Djokovic, al que se enfrentará el domingo en la final de Winbledon. Y Contador, después de haber ganado varios Tours, es pitado en la presentación de la vuelta francesa. ¿Estamos o no estamos en un mundo de locos?

Enrique IV: Estoy curado, señores, porque sé perfectamente fingirme loco, aquí, y lo hago tranquilo. Penoso es para vosotros, que vivís vuestra locura con tanta agitación, sin conocerla y sin verla.

Belcredi: ¡Mira qué curioso! ¡Ahora hemos llegado a la conclusión de que los locos somos nosotros! Enrique IV: (con un arrebato que se esfuerza por contener). Pero es que si tú, y ella (señala a la marquesa) no estuvieseis locos, ¿habríais podido venir a verme juntos?

Belcredi: Yo, francamente, vine creyendo que el loco eras tú.

Me parece que Pirandello es más actual que nunca. Gracias a aquellos que reflexionan lo suficiente como para comprobarlo.