Creer en nuestros sueños

Anoche, tras llegar a casa a las doce menos cuarto de la noche (encantado e ilusionado por el Cine Fórum Empresarial APD en Zaragoza), cometí el error de ver, en distintas cadenas, el análisis del debate sobre el estado de la nación. En nuestros tiempos, la política no está a la altura de la vida. Un jefe de gobierno en despedida, al que la historia le tratará menos mal que el presente. Un ¿líder? de la oposición que no ofrece prácticamente nada nuevo. José Luis Rodríguez Zapatero utilizó 32 veces la palabra Reforma, 28 las palabras Economía y Social, 27 Crisis, 26 Empleo, 20 Esfuerzo, 17 Crecimiento y Recuperación, 16 Proceso y Medida, 15 Sistema, 13 Consolidación y 12 Empresas, Fiscal y Política. El líder de la oposición empleó 37 veces los apellidos Rodríguez Zapatero, 24 Españoles, 21 Reforma, 18 Gobierno, 17 España, 15 Tiempo, 12 Confianza, 10 Elecciones, 9 Debate y Política y 8 Deuda. ¡Maravilloso! El lenguaje de dos gestores de miserias y no de guías de proyectos ilusionantes.

En la revista Mente sana, que dirige Jorge Bucay, leo en portada “Creer en tus sueños. El primer paso para hacerlos realidad”. Se trata de un artículo del psicólogo Sergio Huguet, que parte del “Si no lo creo, no lo veo”. Las creencias marcan la visión. Frente a las creencias limitantes, el poder de la imaginación, de la fe y de la confianza. Frente al elefante encadenado (porque de pequeño ataron una de sus patas a una débil estaca), la fuerza del futuro que nos gustaría y por el que debemos luchar.

Esta tarde hemos tenido revisión de procesos de coaching en el Curso Superior de Fundesem (Alicante). Ha sido maravilloso: muy abierto, muy valiente, muy didáctico… Como escribió Eric Berne, “Todos nacemos princesas y príncipes, pero a lo largo del tiempo nos hemos convertido en ranas y sapos”. Coaches como los que están saliendo en este programa de Fundesem les besan para que vuelvan a su forma – y su alma- originales.

Y después cena de despedida del programa en el Hotel Husa Golf. Al aire libre, en un ambiente mágico, con pavos reales volando (a su manera, hasta llegar a lo alto del hotel) y graznando en celo.

Mi agradecimiento a los que todavía creen en los sueños, los cultivan y van por ellos. De ellos es el futuro y el presente, porque lideran sus vidas.