Mojo

He pasado una mañana estupenda charlando en El Espejo, en el bulevar del Paseo de Recoletos, con mi amigo Jorge. Tarde leyendo y trabajando en casa.

Mojo es el último libro de Marshall Goldsmith, uno de los coaches ejecutivos más reconocidos de los Estados Unidos. A sus 61 años, es considerado unos de los 50 principales pensadores por la American Management Association. Tuve la ocasión de tratar con Marshall hace una década (su hija Kelly salía en un programa de la televisión similar a “Supervivientes” y aparecía más en Internet que él). Hoy, Kelly tiene más de 60.000 entradas en Google y Marshall 145.000. Su estilo de coaching no es precisamente el de Eurotalent; sin embargo, conviene atender a lo que dice.

¿Qué se entiende por “Mojo”? Mojo es, para Goldsmith, el momento en que hacemos algo con propósito, poderoso y positivo que el resto del mundo reconoce (el concepto se parece mucho a la “fluidez” acuñada por Csikzentmilhayi, al “elemento” de Ken Robinson o al “momentum”). MG lo define como “ese espíritu positivo en lo que estamos haciendo ahora que surge en el interior e irradia el exterior”. Posee cuatro elementos vitales: identidad, logro, reputación y aceptación (serenidad).
Frente al Mojo, el Nojo. Uno es aceptar la responsabilidad y el otro, hacerse la víctima. Uno es moverse hacia delante; el otro, quedarse quieto. Uno es correr una milla extra y el otro, quedarse satisfecho con lo mínimo. Uno es amar lo que uno hace y otro es temerlo. Uno apreciar las oportunidades y otro tolerar los requisitos. Uno es dar lo mejor de uno mismo y otro, conformarse. Uno es ser inspirador y otro, ser doloroso. Uno es ser agradecido y otro, resentido. Uno es ser curioso y otro, perder interés. Uno es ser generoso y otro, ser indiferente. Uno es apasionarse por la vida y otro, ir como un zombi. Uno es estar despierto y otro, estar dormido.
Goldsmith nos propone medir nuestro Mojo, puntuando nuestra motivación, conocimientos, capacidades, confianza, autenticidad (en lo profesional) y la felicidad, las recompensas, el sentido, el aprendizaje y el agradecimiento (en lo personal). En la página web MojoTheBook te puedes bajar el “Mojómetro”.
Los ladrillos del Mojo son:
1. Identidad: ¿Quién te crees que eres? Hay cuatro tipos de identidades: recordada (propia, respecto al pasado), reflejada (en los otros, respecto al pasado), programada (en los otros, respecto al futuro) y creada (propia, respecto al futuro). “En mi trabajo como coach ejecutivo, ayudo a mis clientes de éxito a conseguir cambios de comportamiento positivos y duraderos. A medida que me hago mayor, me doy cuenta de que con frecuencia debería ayudarles en cambiar su identidad –el modo en que se definen a sí mismos. Si cambiamos nuestras conductas, pero no cambiamos nuestra identidad, podemos sentirnos “falsos” o “poco reales” no importa lo que consigamos. Si cambiamos nuestro comportamiento y cambiamos el modo en que nos definimos a nosotros mismos, podemos ser diferentes y auténticos al mismo tiempo”. Para reinventarse, reidentificarse.
2. Logro: ¿Qué has conseguido últimamente? El Mojo personal y profesional están interconectados. A veces hay un dilema entre nuestra definición de logro y la de los demás (exigencia).
3. Reputación: ¿Quién cree la gente que eres? Para moldear nuestra reputación, hace falta tiempo y esfuerzo. Es una cuestión de consistencia.
4. Aceptación: ¿Cuándo te dejas llevar? Goldsmith es budista desde hace 15 años (como dice él, no es budista religioso, sino budista filosófico). Es la serenidad, canalizar las emociones.

Los “Mojo Killers” (asesinos del Mojo) son el exceso de compromiso, esperar a que el cambio se produzca solo, buscar la lógica en lo que es emocional, criticar al jefe (según DDI, el empleado medio pasa 15 horas a la semana criticando a sus jefes), evitar el cambio porque cuesta y confundirse en cómo llevarlo adelante.

“Caja de herramientas para el Mojo”:
A. Identidad: Darle sentido a quién eres
1. Criterios de lo que es importante para ti.
2. Darte cuenta de lo que estás viviendo. Entre la satisfacción a corto plazo (felicidad) y el beneficio a largo plazo (sentido), hay cinco actividades: Sobrevivir (bajo en ambos casos), Estimulante (alto a corto, bajo a largo), Sacrificado (bajo a corto, alto a largo), de Éxito (alto en ambos) y Sostenible (medio en ambos). Surviving, Stimulating, Sacrificing, Succeeding, Sustaining.
3. Ser el optimista de la clase. Sin caer en “exceso de optimismo”.
4. Ir paso a paso.
B. Logro: Hacerlo más fácil para que las cosas ocurran.
5. Poner un ladrillo cada vez.
6. Vive tu misión también en los pequeños momentos.
7. Nada en aguas azules.
C. Reputación: Toma control de tu “historia”.
8. Saber cuándo quedarse y cuándo irse.
9. Hola y adiós (estrategia de salida, evitar trampas)
10. Adopta un sistema métrico.
11. Reduce el número de lo que mides.
D. Aceptación: Cambia lo que puedas y déjate llevar por lo que no.
12. Influye hacia arriba y hacia abajo.
13. Llámalo, enmárcalo, reclámalo (Name it, Frame it, Claim it).
14. Da a tus amigos un “Lifetime Pass”, para siempre.

¿A qué porcentaje de las cinco actividades (en lo laboral y lo personal) le dedicamos tiempo? Según los estudios de Goldsmith, el empleado medio dedica en el trabajo el 24’2% a la supervivencia, el 19’1% a lo estimulante, el 17% a lo sacrificado, el 23’4% a lo sostenible y el 16’3% al éxito. Fuera del trabajo, el 19’2% a la supervivencia, el 29’4% a lo estimulante, el 14’4% a lo sacrificado, el 20’85 a lo sostenible y el 15’6% al éxito. El directivo dedica en lo laboral, el 14’4% a la supervivencia, el 15’2% a lo estimulante, el 17’8% a lo sacrificado, el 22’7% a lo sostenible y el 29’9% al éxito. En lo personal, el 11’4% a la supervivencia, el 21’2% a lo estimulante, el 15’4% a lo sacrificado, el 21’9% a lo sostenible y el 30’1% al éxito. Evidentemente, lo que más correlaciona con la satisfacción, tanto dentro (+.508) como fuera del trabajo (+.385) son las actividades de éxito. El resto de las actividades correlaciona negativamente.

La rica salsa canaria se llama Mojo picón (del portugués "molho", salsa).

Mi agradecimiento de hoy para Jorge, Daniel, Leonor y los autores de los libros de hoy (Charles Van Doren, León Tolstói).