Vergüenza ajena y felicidad

Los miércoles suelo empezar la prensa por El Economísta, por las últimas páginas y en concreto por la columna Territorio Femenino de mi admirada Ángeles Caballero, una de las mejores periodistas de nuestro país. En esta ocasión habla de la “vergüenza ajena”, que como le ha dicho su amigo José, en inglés se traduce por “Spansih shame”. Será porque los españoles sentimos con frecuencia vergüenza de lo que ocurre a nuestro alrededor.

Falta Confianza, falta Decisión, falta Liderazgo. Es más que evidente. Confío en que el Talento Femenino (en todas sus formas, empezando por la política) nos saque de esta situación…

Hace un par de semanas, Carmen Sánchez-Silva contaba en El País Negocios lo siguiente:
"Motivación en el trabajo, ¿realidad o utopía? La crisis económica, desde luego, no ayuda a la ilusión de unas plantillas que se están reduciendo, se ven sobrecargadas de tareas y con la incertidumbre del futuro sobre sus espaldas. Así, no es de extrañar que, según una encuesta realizada por la empresa de trabajo temporal Unique, sólo la mitad de los directivos considera que su equipo está motivado. Y lo que es más preocupante, cerca del 70% de los jefes no sabe qué hacer para infundir moral a sus subordinados.
Eso sí, algunos de ellos se han puesto manos a la obra. No en vano, la Asociación Española de Directores y Desarrollo de Personas (Aedipe) va a centrar este año su 45 congreso en la felicidad en el trabajo, que, a juicio de los responsables de recursos humanos de las compañías españolas, es la clave para mejorar la competitividad. Tan es así que la encuesta elaborada por Aedipe entre 200 directivos pone de manifiesto que cerca de la mitad de ellos van a implementar a lo largo de 2010 políticas en su organización para mejorar la motivación de sus empleados. A tener en cuenta que el 58% de los preguntados declara que el mayor obstáculo para poner en marcha estas medidas, lejos de ser la crisis económica y la falta de presupuesto, son las reticencias del director general.
"El problema es que los ejecutivos no salen de su día a día. Hay una falta de liderazgo tremenda. No pueden construir equipos porque para hacerlo necesitan dedicar bastante tiempo. Han de alinear a las personas en torno al propósito común de la compañía; negociar una serie de valores compartidos por todos, que sirven para crear identidad en el equipo y evitar conflictos; trabajar en el autoconocimiento del grupo y crear mecanismos de comunicación entre ellos", explica Douglas McEncroe, consultor especializado en liderazgo y desarrollo de equipos. En su opinión, dedicar dos horas mensuales a este tipo de dinámicas mejora claramente la motivación de las plantillas y, por ende, los resultados de las compañías y el compromiso de los empleados con ellas.
"Quienes hemos hecho este trabajo e invertido en los momentos económicos buenos, lo tenemos mucho mejor ahora", dice el director de recursos humanos y organización de Vodafone España, Pedro Díaz. "Nosotros siempre comunicamos a nuestra plantilla que la felicidad es algo personal e intransferible y que lo que tiene que hacer una compañía es poner los medios para evitar que su personal sea infeliz en el trabajo", añade. Díaz basa su acción en pro de la moral de los 4.500 empleados de Vodafone en la transparencia, la intensidad en la comunicación y la medición de cada herramienta o política que se pone en marcha. En la última encuesta de compromiso realizada, éste aumentó tres puntos.
L'Oréal España (2.200 trabajadores) también asegura por boca de su director de recursos humanos, Didier Guillot, trabajar constantemente en la motivación de su personal. Como respuesta a la crisis, lo que ha hecho es dotar de mayor transparencia a los planes individuales de desarrollo "porque los empleados necesitan ahora más claridad".
Comunicación. Esa es la clave para que la plantilla esté implicada en el proyecto de empresa y le sobre moral para acometerlo. Con ella se abordan los tres sentimientos que genera la crisis entre los trabajadores: inseguridad, frustración y culpabilidad, explica el socio senior de Boston Consulting Group Iván Martén, especialista en organización y recursos humanos. La cúpula de las organizaciones debe informar sobre la evolución de éstas a sus empleados y, ahora más que nunca, los mandos intermedios son la llave para que la información fluya en cascada y combata la inseguridad y la sensación de culpabilidad que tienen quienes permanecen en las empresas que han acometido despidos, agrega.
Para erradicar la frustración, continúa, de unas personas que han visto cómo la inversión en el desarrollo de sus planes de carrera se corta, las empresas están creando categorías profesionales nuevas. No suponen un aumento de sueldo porque no hay dinero, pero sí un reconocimiento a la labor del empleado. También fomentan la movilidad interna, ya sea a otro departamento o a otro país. Y la formación en el puesto de trabajo.
Otra de las cosas que están haciendo las organizaciones españolas, según Martén, es poner en valor o divulgar los beneficios sociales que ofrecen a la plantilla (seguro de vida, servicio médico, coche de empresa...). O cambiar tiempo por sueldo, comprar vacaciones... "todas las ideas de conciliación se han puesto en marcha ahora", afirma. Lo mismo que los programas de acción social y sostenibilidad, que generan confianza y orgullo de pertenencia.
Es el caso de Orange España. Su directora general de recursos, Carmen Recio, reconoce que la crisis les ha llevado a un "mayor esfuerzo en comunicación para mantener la seguridad en el trabajo, que es lo primero que hace caer la motivación", a un programa de rotación dentro de la compañía "porque no tenemos otras vías de desarrollo de carrera, ya que no se producen bajas"; a mejorar las condiciones del entorno laboral con la ampliación de los beneficios sociales, ya que no se puede subir los sueldos, la compra de vacaciones, reducciones de jornada, permisos no retribuidos... y a implicar a sus 3.300 empleados en programas solidarios.
"Las crisis crean oportunidades para realizar cambios importantes en las organizaciones, y aquellas que tienen éxito son las que saben transformarse a pesar de las restricciones. El mero hecho de que las empresas dediquen mayor atención a la motivación y el compromiso de las personas es un beneficio colateral de la crisis", sostiene Martén.

Cómo ganar moral sin dinero
- Generar nuevas categorías profesionales.
- Fomentar la movilidad.
- Comunicar exhaustivamente los beneficios sociales.
- Introducir nuevas fórmulas de recompensa. Suplir el descenso de la remuneración variable con vacaciones pagadas, entradas para eventos, cenas especiales...
- Formación fuera del horario laboral.
- Formación en el puesto de trabajo para compensar el descenso de recursos dedicados al aprendizaje y mediante programas de rotación por diferentes puestos y países.
- Cambiar tiempo por sueldo y mejorar la conciliación.
- Involucrar a los mandos intermedios para la mejora de la comunicación interna.
- Gestionar el talento que permanece en la compañía.
- Minimizar el sentimiento de culpabilidad de los que se quedan y mejorar el compromiso con comunicación y respeto a los despedidos.
- Promover la RSC y sostenibilidad en la compañía para aumentar la fidelización de los empleados mediante su participación en estos programas.
Fuente: The Boston Consulting Group

El boletín electrónico de AEDIPE nos ha mandado el Decálogo de la Felicidad, basado en una encuesta a más de 250 directivos. Es el siguiente:
1- Escucha la diversidad de cada empleado.
2- Fomenta que cada persona autoevalúe su potencial.
3- Potencia el talento personal y profesional.
4- Otorga autonomía y responsabilidad en el desempeño.
5- Garantiza la tolerancia y la colaboración de todos los equipos profesionales.
6- Acuerda flexibilidad individual y colectiva.
7- Promueve el trabajo digno y la protección social.
8- Vincula la productividad a objetivos medibles que añadan competitividad.
9- Recompensa a mandos y directivos comprometidos con la felicidad en el trabajo.
10- En resumen, crea felicidad en el trabajo para aumentar la productividad.

Para más información, www.aedipe2010.com Estamos a un mes del Congreso Internacional en La Coruña, el Congreso de la Felicidad. Vamos a aprender un montón y lo vamos a pasar genial.
La Felicidad, ¿hay algo más estratégico?