Ciao macho

Número 34, de agosto-septiembre, de la revista FP (Foreign Policy), Edición Española. En portada, el sugestivo título La muerte del macho.

Artículo de Reihan Salam: “Los hombres han dominado el mundo desde siempre. Pero la Gran Recesión está cambiando todo y alterará el curso de la historia”. ¿En qué se basa para esto? “los estertores de lo masculino son fáciles de ver si se saben buscar. Pensemos, para empezar, en el impacto casi increíblemente desproporcionado que está teniendo la crisis actual en los hombres, hasta el punto de que algunos economistas y los rincones más enrollados de la blogosfera hablan ya de “he-cession” (él-cesión). Más del 80% de la pérdida de empleo en Estados Unidos desde noviembre ha recaído en los hombres, según la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense. Y las cifras son parecidas en Europa. Sólo en estos dos lugares hay aproximadamente unos siete millones más de hombres sin empleo que antes de la recesión, en la medida que sectores económicos tradicionalmente dominados por los varones (construcción y fabricación pesada) sufren un declive mayor y más rápido que los tradicionalmente dominados por las mujeres (empleo público, sanidad, educación). Se espera que, para finales de 2009, la recesión mundial haya dejado sin trabajo a unos 28 millones de hombres en todo el mundo.”

El autor, miembro de la New America Foundation, nos recuerda que “los hombres están quedándose atrás en la adquisición de las credenciales educativas necesarias para triunfar en las economías basadas en el conocimiento que regirán el mundo posterior a la recesión”. En EEUU, pronto habrá tres mujeres licenciadas cada dos hombres (y por esta parte del mundo pasará lo mismo). Según los expertos, los hombres están peor preparados para sufrir en las crisis (las mujeres aguantan mejor). Y en el ámbito de poder, tras el hundimiento de la economía islandesa los votantes expulsaron a la clase dirigente “-compuesta exclusivamente por hombres-“y nombraron primera ministra a la primera dirigente abiertamente lesbiana del mundo. En Lituania se eligió primera ministra a una economista cinturón negro de kárate, Dalia Grybauskaite. El principal periódico de la capital lituana publicó como titular: “Lituania ha decidido: una mujer va a salvar el país.”

El culto a lo masculino, al macho, será el gran perdedor de esta crisis. “El legado más duradero de la Gran Recesión no será la muerte de Wall Street. No será la muerte de las finanzas. No será la muerte del capitalismo. Estas ideas e instituciones seguirán viviendo. Lo que no sobrevivirá es el macho. Y la decisión que tomen los hombres, si aceptar o combatir esta nueva realidad histórica, tendrá repercusiones cataclísmicas para toda la humanidad, hombres y mujeres.”

El sector financiero y el de la construcción tal como los hemos conocido eran (todavía son) muy masculinos. Salam nos recuerda que en EEUU la construcción pagaba a sus obreros no cualificados unos 814 $ semanales. La sanidad, 510 $, y el comercio, 690 $. Con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, “las mujeres serán la principal fuente de ingresos familiares en la misma medida, si no más, que lo son hoy los hombres” (Barack Obama, Presidente de los EEUU).

“¿Cómo se desarrollará este paso al mundo post-masculino? Depende de lo que escojan los hombres, y sólo tienen dos opciones. La primera es adaptarse: que los hombres acepten a las mujeres como iguales y asimilen las nuevas sensibilidades culturales, instituciones y disposiciones igualitarias que eso implica. Esto no quiere decir que todos los hombres occidentales se conviertan en metrosexuales y que la popularidad del fútbol y las ventas de cerveza vayan a bajar. Pero, en medio de la muerte del macho, tal vez surja un nuevo tipo de virilidad, sobre todo, entre los hombres educados del Occidente acomodado. La economista Betsey Stevenson ha hablado del declive de un tipo antiguo de matrimonio, en el que los hombre se especializaban en el mercado laboral y las mujeres cuidaban de los hijos, y el ascenso del matrimonio “de consumo, en el que los dos contribuyen a la producción en el mercado y son más equiparables en sus deseos sobre cómo consumir y cómo vivir sus vidas”. (…) La otra opción es la resitencia. Los hombres pueden decidir luchar contra la muerte del macho y sacrificar sus propias perspectivas en un intento de trastocar y retrasar una poderosa tendencia histórica. Existen numerosos precedentes.”

Reihan Salam se atreve a pronosticar que “si en Norteamérica y Europa Occidental los hombres se adaptan –aunque no siempre de buena gana- al nuevo orden igualitario, sus homólogos en los gigantes emergentes del este y el sur de Asia, para no hablar de Rusia, pueden verse encaminados hacia una desigualdad de género todavía mayor.” Por ejemplo, el paquete de estímulos económicos de China, por 596.000 M $, se parece más a los programas del New Deal de Roosevelt que a cualquiera de las políticas del partido demócrata. En EEUU, el estímulo ha ido a sanidad y educación. En China, más del 90% está destinado a la construcción, a infraestructuras.

Debería conocer el autor del artículo el (tristemente) famoso Plan-E del gobierno español: 33.000 M € para obra pública que gestionan los ayuntamientos. Está el país levantado (en muchos casos, de manera incomprensible) para que las corporaciones locales reduzcan artificialmente las cifras del desempleo.