La creatividad

He recibido de mi amigo Miguel Ángel el artículo que Fernando González Laxe, ex Presidente de la Xunta de Galicia y profesor universitario, publicó ayer en El País, en la edición de su comunidad autónoma. Se titula La creatividad:

“Asistí recientemente a un seminario en el que una de materias impartidas hacia referencia a la creatividad. Y la relacionaba con el crecimiento y el desarrollo económico de los países. Richard Florida, actualmente en la Universidad de Toronto, ya había trabajado sobre el tema y destacaba que las tres condiciones básicas para emprender y posicionarse en un mercado internacional eran el talento, la tecnología y la tolerancia. Ahora, vinculadas a estas tesis, la creatividad de los profesionales se ha convertido en una de las primeras cualificaciones para adaptarse y poder afrontar las actuales situaciones derivadas de las transformaciones económicas y sirve, además, para clasificar a las regiones y países.

Contamos con expertos relevantes, pero a la vez hay una infrautilización de recursos humanos.
Uno de los ponentes, el coach Juan Carlos Cubeiro, autor del reciente libro, Clase Creativa, exponía que las ciudades y regiones han de poder convertirse en "ciudades con estilo propio que fomenten la interacción social y que destaquen por su autenticidad, identidad y diversidad"; eliminando los lastres operativos y burocráticos, para permitir la emergencia de proyectos estimulantes y compartidos. Es decir, las áreas de atracción no se caracterizan en exclusiva por seducir a los profesionales y trabajadores por sus salarios, sino por las posibilidades de crecer profesionalmente; de aportar valor a las empresas y territorios; de trabajar en equipo y, sobre todo, de llevar la iniciativa.

Por su parte, el ex consejero de industria y tecnología de Cantabria, Miguel Angel Pesquera, verdadero impulsor del actual despliegue tecnológico en dicha comunidad, matizaba que el desarrollo del talento y la creatividad ha de estar conectado en redes formales, en alianzas y en partenariados, para obtener mayores sinergias en los resultados globales. Y éstos, que han cambiado muy intensamente a lo largo de los últimos años, hacen que debamos estar siempre atentos a las modificaciones de hábitos, de oportunidades y de posibilidades.

Los resultados de las investigaciones empíricas reflejan la alta correlación entre los índices de creatividad y los de riqueza y competitividad. De esta forma, Holanda se sitúa en lo que atañe al talento en el primer lugar dentro de los países europeos; en tecnología, Finlandia y en tolerancia, Suecia. Y el ranking de las ciudades españolas más creativas está encabezado por Madrid, seguido de Barcelona, Valencia, Málaga, Pamplona, Zaragoza, San Sebastián, Santander, Cáceres y Palma de Mallorca.

Una gran dicotomía existe en Galicia. De una parte, contamos con expertos muy relevantes, como es el caso del profesor de la Universidad de Vigo, José Cabanelas Omil, que llega a afirmar que "la mayor parte de las organizaciones tan solo aprovechan una quinta parte del talento disponible" y que es preciso "asumir una filosofía de transformación más allá del postmodernismo que implica una transformación cultural y aprendizaje y social en múltiples perspectivas". Y, de otra parte, se observa una elevada infrautilización de las actuales herramientas y opciones, tanto humanas como organizacionales.

Prueba de ello, es la parquedad en acciones para liberar el talento y en promover "agencias para la valorización de los activos y recursos locales/regionales" capaces de ejercer de multiplicadores en la conformación de redes y en la capacidad de generar mayores procesos innovadores que redunde en la mejora de la productividad. Las iniciativas institucionales basadas en los conceptos de aglomeración, proximidad geográfica e incluso en los cluster han resultado insuficientes. El actual proceso de fragmentación productiva, la segregación espacial o la desintegración de las cadenas de valor exigen no solo apostar por la oferta, sino también creer en la capacidad de la demanda. Y la cuestión no radica en fortalecer "lobbys sectoriales", sino de apostar por la creatividad que es más internacional y genera más valor y, además, permite incrementar las posibilidades de penetración en los mercados.

En suma, una apuesta innovadora parte de captar y potenciar nuevos actores, capaces de expandir oportunidades de innovación y de creación de riqueza; de generar valor y conocimiento que permita alimentar y nutrir la creación de nuevos productos y servicios; y de ampliar la capacidad de mejora y adaptación de actividades que fortalezcan la capacidad de aprendizaje y colaboración mutua. Exige, asimismo, erradicar aquellas propuestas institucionales señaladas "desde arriba", amparadas en elevadas subvenciones e incentivos públicos, que están huérfanas de estudios de impacto y de evaluaciones globales e integradas.

Cuántas cosas por hacer y corregir, decía al final del seminario un alumno muy talentoso."
Gracias, Fernando, por hacer todo lo posible porque Galicia se sume al progreso.