Goya y el cine español

Esta noche, desde las 22 horas, Gala de los Premios Goya del Cine Español.

¿Por qué si nos gusta la comida española (más que la estadounidense), la pintura española, el baile español (y latino), el fútbol y no el beisbol, no nos gusta –tanto- el cine español? Román Gubern, catedrático emérito de comunicación audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, trataba de responder ayer a esta pregunta en El País mediante ocho claves:
1. El cine español arrastra la inercia de las élites intelectuales respecto al cine del franquismo: ramplón, hortera y bastante cutre.
2. Pilar Miró subvencionó el cine de autor y dignificó la producción, pero la alejó del gran público.
3. Las majors norteamericanas ocupan en torno al 70% de la pantalla, imponendo sus lotes (block booking). Su hegemonía se apoya en la “cultura de la rutina”, lo que ya se conoce (cultura ketchup).
4. El cine español obtiene unos poquísimos grandes éxitos y muchísimos fracasos.
5. La producción del cine español es excesiva, superando en más de un centenar de títulos a las de Francia, Inglaterra, Italia o Alemania. En 2007, la cuota de nuestro cine es del 12’75%, similar al de ingleses, italianos y alemanes en sus países (el de Francia es realmente una excepción). Menos del 8% de los espectadores se dejan llevar por las críticas (personalmente, creo que ésta es una buena noticia).
6. La presencia del cine español en mercados internacionales es (salvo Almodóvar y Amenábar) prácticamente inexistente.
7. Los filones para el público son el eje acción/intriga (el cine de la conmoción) y el eje de la comedia (cine de la diversión). El público de nuestro país prefiere la acción/aventuras, intriga, ciencia ficción y comedia romántica, donde Hollywood arrasa.
8. En la última década el cine está dejando de ser un signo de identidad cultural frente a, por ejemplo, el deporte. Se está pasando del cine de butaca al cine de sofá.

Desde un conocimiento muchísimo menor que el de Román Gubern sobre el asunto, no puedo más que estar de acuerdo con el profesor. El cine español no funciona como industria porque:
-no analiza la demanda, sino que atiende a gustos personales (del guionista, del director, del productor)
-no invierte lo suficiente en publicidad, marketing y relaciones públicas (se necesita dar a conocer la película)
-no sorprende lo suficiente (los argumentos se repiten una y otra vez)
-no se dedica a temáticas populares (acción, intriga, comedia)
-no trabaja en su conjunto su imagen (que es más negativa que positiva)

En palabras del propio Goya: “el sueño de la razón produce monstruos”. Para el cine y para cualquiera de nuestros mercados (la consultoría, empresas de servicios, industriales, etc.).

Para el éxito, eso es precisamente lo que ocurre en el cine francés: atiende a la demanda, invierte en marketing, ensalza lo propio en divertidas comedias o pelis de acción. Se sienten orgullosos de su séptimo arte.

Es el secreto tras El orfanato, la película más vista en 2007 (más de cuatro millones de espectadores, por delante de Piratas del Caribe III). En 2003, La gran aventura de Mortadelo y Filemón recaudó más que cualquier producción USA. Alejandro Amenábar (con Los otros y Mar adentro), Santiago Segura (con sus tres Torrentes), Martínez Lázaro (El otro lado de la cama) y Almodóvar (Todo sobre mi madre) han cosechado taquillazos. Y en los últimos 25 años, cuatro Óscar a la mejor película de habla no inglesa, lo que no ha logrado ni Francia, ni Alemania ni Italia.

Por lo demás, aunque se ha dicho que esta última temporada ha sido regular, no estoy en absoluto de acuerdo: El orfanato, 14 kilómetros, REC, Mataharis, Caótica Ana, La soledad, Fados, Donkey Xote, Las trece rosas, La torre de Suso, Bajo las estrellas, Una mujer invisible, I love Miami, En la ciudad de Sylvia, El siencio antes de Bach, Invisibles, Salir pitando… Ha habido una veintena de películas españolas muy interesantes. Creo que, con Ángeles González-Sinde de Presidenta, al Cine español le irán saliendo cada vez mejor las cosas...