Gestión por Competencias

Inauguración del Programa de Postgrado en Gestión por Competencias de la Universidad de Valencia, nada menos que en el Paraninfo de la Universidad, del siglo XVII. Coro de la citada universidad, que interpretó el Vini Creator. Palabras de salutación del profesor Roberto Luna, director del programa, y de José María Traver, presidente de AEDIPE en la Comunidad Valenciana. Conferencia inaugural de un servidor, bajo el título Las competencias como lenguaje para el talento y su desarrollo. Sesión de preguntas y respuestas de los alumnos del Programa y cierre del acto, de nuevo con el coro de la universidad, que nos cantó (puestos todos en pie) el Gaudeanus Igitur. Visita guiada por Alfred Carbonell (directivo prejubilado, ingeniero industrial, que sirve a su comunidad desde el voluntariado cultural). Sesión solemne, profunda y entrañable, que ha aunado lo mejor de esta universidad renacentista (data de 1499) con las reflexiones más actuales.
He querido hablar (como ha dicho Roberto Luna, a capela, puesto que un entorno así no hacía deseable el power point) de competencias, de talento y de desarrollo, rindiendo un sentido homenaje a Juan Luis Vives (cuya estatua preside la plaza de este foro universitario), humanista amigo de Erasmo y de Tomás Moro, preceptor de Catalina de Aragón, primera esposa de Enrique VIII de Inglaterra, que pagó con el destierro su lealtad y con la pobreza su honestidad. Me he referido a la importancia del talento en las organizaciones, centrándome en la secuencia de los mapas estratégicos y el cuadro de mando integral. He definido el talento como capacidad por compromiso en el contexto adecuado y las 4D (disfrute, diversidsd, dedicación y dominio). He resumido los últimos 25 años de gestión por competencias, desde la creación del concepto por David McClelland en enero de 1973 a los pensadores actuales (Daniel Goleman, Salovey y Mayer, Reuven Bar-On, Richard Boyatzis, en Palmer), pasando por lo que supusieron obras como The Competent manager (1982), Competence at work (1993) o Inteligencia Emocional. Y finalmente me he centrado en el desarrollo (des-arrollar, soltar un rollo o pergamino), complementario a la formación, con el coaching como herramienta clave. El paraninfo estaba lleno a rebosar, con expertos de nuestro país y provenientes de Argentina, Costa Rica, República Dominicana, etc y el grado de atención del público, inmejorable.
Perfecta organización de People No limits (la consultora que dirige el profesor Roberto Luna) y del equipo de Santiago Consultores, con la coach Ofelia Santiago a la cabeza. La garganta me ha respetado lo justo para poder comunicar lo que deseaba. He disfrutado mucho del inicio de un programa para licenciados universitarios que con toda seguridad será un gran éxito. Valencia está de moda (dicho en el mejor de los sentidos) y ésta es una nueva demostración de ello.