Qué hubiera pasado

En mi libro El triunfo del humanismo planteo qué hubiera pasado si Erasmo de Rotterdam hubiera aceptado la invitación del Cardenal Cisneros de visitar España y trabajar en la Biblia Políglota en la Universidad de Alcalá de Henares. Esta hipótesis me sirvió para analizar con cierta profundidad las figuras de Erasmo, Cisneros, Tomás Moro y Carlos V. Es un ejercicio de la llamada "historia alternativa" o "historia virtual" que sirve a la reflexión sobre el Liderazgo y la naturaleza del poder.
Un artículo de Miguel Ángel Barroso en Los domingos de ABC de hoy trataba precisamente de eso. El término, acuñado por el francés Charles Renouvier en 1857, es "ucronía", un subgénero de la ciencia-ficción. Según el Diccionario de la Lengua Española (22ª edición), ucronía es "Reconstrucción lógica, aplicada a la historia, dando por supuestos acontecimientos no sucedidos, pero que habrían podido suceder." Si la utopía es lo que no ocurre en ningún lugar (u-topos), ucronía sería lo que no sucede en ningún tiempo. Según el crítico literario Julián Díez, ucronía es "una narración en la que el curso de los acontecimientos históricos se vio alterado para dar lugar a un mundo diferente al nuestro, si bien verosímil. El escritor de ucronías debe combinar su propia imaginación con una investigación equivalente a la de un autor de novela histórica". Javier Negrete acaba de publicar Alejandro Magno y las águilas de Roma, una narración sobre lo que habría ocurrido si Alejandro Magno, en lugar de morir en Babilonia, se hubiera salvado y hubiera luchado contra el naciente poder romano.
Esta ucronía no es la única que podemos encontrar en las librerías: Roma eterna, de Robert Silverberg plantea qué habría ocurrido si el Imperio Romano no hubiera desaparecido; Pashazade, de Jon Courtenay Grimwood, trata de un siglo XX en el que Alemania ha ganado la I Guerra Mundial y el Imperio Otomano pervive; Danza de tinieblas, de Eduardo Vaquerizo, plantea que en la primavera de 1571 Felipe II muere en accidente de caza y Juan de Austria accede al trono tras ganar en Lepanto; Philip Dick narró en El hombre en el castillo (1962) la pesadilla de una II Guerra Mundial que ganó el eje; Phillip Roth, en La conjura contra América, imagina al filonazi Charles Lindberg como Presidente de EEUU; Arnold Toynbee imaginó un cristianismo de carácter celta en la Edad Media y el propio Churchill escribió sobre la guerra civil estadounidense en el escenario de que el sur hubiera ganado (la película CSA, Confederated States of America, es un pseudodocumental sobre la misma hipótesis).
Otras ucronías reflexionan sobre la victoria republicana en la guerra civil española (En el día de hoy, de Jesús Torbado, y El coleccionista de sellos, de César Mallorquí), la victoria de la Armada Invencible (Britania conquistada, de Harry Turtledove y Pavana, de Keith Roberts), la derrota de EEUU frente a España en 1898 (Fuego sobre San Juan, de Pedro García Blanco y Javier Sánchez-Reyes) o la Peste Negra que acaba con toda Europa (Tiempos de arroz y sal, de Kim Stanley Robinson). En La Historia de España que no pudo ser, doce especialistas en Historia Contempóranea se preguntan qué habría sucedido si España hubiera entrado en la II Guerra Mundial, si Franco hubiera fallecido en el accidente de 1961, si Carrero no hubiera sido asesinado, si Tejero hubiera triunfado el 23-F... En www.tienda.cyberdark.net pueden adquirirse hasta 28 libros de ucronía.
Sigo pensando, con toda modestia, que el mayor giro de la historia se habría producido si Erasmo y los erasmistas hubieran apoyado al máximo a Carlos V, si el poder intelectual se hubiera unido al poder político. Nuestro emperador habría vencido a Francisco I de Francia, a los protestantes, al Imperio Turco y a la Roma de Trento. Europa habría sido un modelo de humanismo, de ética, de tolerancia, a lo largo de 500 años. Hemos tenido que esperar a la situación actual, con una Unión Europa basada en valores democráticos (frente al fundamentalismo musulmán y el "capitalismo de amiguetes"), para que sea un hecho el triunfo del humanismo.